Yoga Sutras de Patanjali: qué son y para qué sirven

Los Yoga Sutras son una colección de 196 aforismos en sánscrito sobre la teoría y la práctica del yoga. En esos textos, Patanjali, sabio de la antigua India, quien vivió hace poco más de 2.000 años, describe ocho pasos que todo practicante de yoga debe seguir.

Para este pensador hindú, el yoga no es una práctica sino un estado caracterizado porque la actividad mental y emocional de la persona cesan, se calman, y se puede entonces experimentarse la unión con lo divino.

El yoga es una filosofía milenaria que ha sido explicada en el transcurso del tiempo a través de diversos textos, entre los cuales destacan los Yoga Sutras, de Patanjali

Los ocho pasos

En sus yoga sutras, Patanjali estableció ocho pasos que son el camino a seguir por todo yogui para para alcanzar una vida libre y plena, para llegar a ese estado de calma y de integración del ser con el universo y lo divino.

Yamas

El primer paso son los yamas, que son principios éticos y normas para la vida en sociedad. Todo practicante de yoga debe conocerlos y reflexionar sobre ellos para ir haciéndolos parte esencial de su actitud vital. Los yamas son cinco:

-Ahymsa, significa “no violencia” y se refiere no solo a violencia física, sino también aplica para el pensamiento y la expresión verbal. No debemos infligir violencia a los otros, pero tampoco a nosotros mismos. Se considera que este concepto es la clave para vivir en armonía y lograr la paz interior.

-Satya, significa verdad, honestidad, autenticidad, e implica no solo no decir mentiras, sino ser auténticos, leales a nosotros mismos, a lo que somos aquí y ahora. Este yama se relaciona también con ver y decir las cosas tal como son, y no como quisiéramos que fueran.

-Asteya, significa no robar, no apropiarnos de cosas que no nos pertenecen, y esto se refiere no solo a cosas materiales, sino también a no apropiarnos de emociones, energía, ni del tiempo de los demás.

-Bramahacharya, significa respetarse a uno mismo y a los demás en las relaciones personales. Este yama tiene que ver con llevar la mente hacia adentro, equilibrando los sentidos y liberándonos de la dependencia y de los deseos más vehementes. También se relaciona con hacer un uso inteligente de la energía, y emplearla para fines más elevados.

-Aparigraha, quiere decir “sin ambición”, e implica el desapego, el dar lo mejor de nosotros mismos en nuestro trabajo, en nuestras tareas, sin esperar nada a cambio, y no se refiere solo a una recompensa material sino a ningún beneficio o concepto que se le relacione como poder o éxito. Significa desapegarnos de todo eso y simplemente actuar en el presente, dando lo mejor que tenemos, haciendo todo lo que está en nuestras manos, con la mejor actitud y el mayor compromiso, trabajando sin ambición.

Niyamas

El segundo paso son los niyamas. Son hábitos o conductas virtuosas, hábitos personales que como practicantes del yoga debemos conocer e incorporar a nuestra cotidianidad.

Los niyamas son también cinco:

Saucha, se entiende como pureza del cuerpo y de la mente. Tiene que ver con cómo tratamos nuestro cuerpo, qué alimentos le damos, qué ejercicio hacemos, qué rutinas de higiene aplicamos a nuestro cuerpo e igualmente qué le damos a nuestra mente, qué contenidos, provenientes del mundo exterior y de nuestro propio mundo interior dejamos llegar a nuestra mente.
Santosha, es felicidad o contentamiento. Esto tiene que ver con encontrar la felicidad en el momento presente, en las cosas sencillas de la vida, en ser felices aquí y ahora con lo que tenemos.

Este niyama se relaciona con la satisfacción, y nos conduce a lograr la paz interna, sintiéndonos plenos con el estilo de vida que llevamos. Practiquemos dejando ir el pasado, concentrándonos en el presente y en sentir que tenemos con nosotros todo lo que necesitamos para ser felices.

Tapas, es disciplina. Implica que debemos cultivar la disciplina para permanecer en el camino que hemos iniciado. Debemos comprometernos con la práctica del yoga de manera constante y sostenida en el tiempo, y trabajar con paciencia sin apegarnos al resultado.
Svadhyaya, es introspección, es mirar hacia adentro. El camino del yoga es hacia dentro de nosotros mismos, allí es donde encontraremos las respuestas. Este niyama tiene que ver con el concepto de autoconocimiento, de reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza. La meditación es la herramienta esencial que nos permite practicar y desarrollar Svadhyaya.
Ishvara pranidhana, es devoción y agradecimiento hacia dios, hacia el universo. Este concepto encierra la idea de que no estamos solo, de que existe algo que es más grande que nosotros, y que es de donde viene la vida. Ishvara pranidhana nos orienta a que debemos poner todas nuestras acciones a los pies de dios y debemos tener confianza en el camino.

Los otros seis pasos

El tercer paso son las asanas que purifican y fortalecen el cuerpo y lo mantienen sano y en armonía con la mente.
El cuarto paso son los pranayamas, técnicas de respiración que nos ayudan a controlar la energía vital.
El quinto paso es pratyahara, que se refiere a retirarnos de la experiencia sensorial con relación al mundo exterior y concentrarnos hacia dentro de nosotros mismos.
El sexto paso se denomina dharana, que quiere decir concentración, hacer foco en un punto o aspecto, de manera introspectiva.
El séptimo paso es dhyana, que quiere decir contemplación y meditación abstracta y profunda.
El octavo paso es samadhi, que es el estado de meditación al cual aspiramos llegar, en el cual nos sentimos que somos parte del universo.

Los yoga sutras de Patanjali sirven para mostrarnos el camino del yoga que comienza por la ética. Es un camino de reflexión, experimentación y autoconocimiento. Como yoguis tomaremos este marco de comportamiento para con nosotros mismos y para con los demás, y lo pondremos en práctica en el pensamiento, la palabra y la acción.