Qué es meditar

¿Qué es meditar? Todo lo que necesitas saber sobre la meditación.

Para llegar a un lugar de paz y equilibrio 

Todo lo que necesitas para meditar está dentro de ti.

La meditación es una herramienta del yoga. El yoga es una disciplina que tiene más de 4.000 años de antigüedad. La palabra yoga viene del sánscrito y significa unión del ser individual con el ser universal, de nuestro cuerpo, nuestra energía y nuestro espíritu con el universo.

La meditación fue la primera herramienta de esta disciplina. Las otras herramientas del yoga son los asanas, que son posiciones del cuerpo que tienen un efecto sobre nuestra energía vital, y los pranayamas, que son una técnica de control de la energía vital a través de la respiración. Hacer yoga es buscar mediante diversas herramientas esa unión del ser individual con lo universal.

Pero ¿qué es meditar?

Cuando meditamos buscamos elevar nuestra conciencia para llegar a la unión de nuestro ser con lo universal, o divino, para llegar a un lugar de paz, equilibrio, calma y fluidez de nuestra energía, de nuestra mente, de nuestro cuerpo. 

Esta práctica debe ser abordada como una herramienta de autoexploración, autoconocimiento y autotransformación. Este enfoque de la meditación tiene una influencia budista. Como hemos dicho, buscamos un estado de conciencia elevado para buscar nuestra paz. De esta manera evolucionaremos y creceremos a través de la meditación.

La idea de que meditar es no tener pensamientos es un mito. Apagar la mente no es el objetivo de la meditación. Lo que se busca es elevarnos hacia un lugar de paz y armonía. La mente es parte de nosotros, pero nosotros no somos nuestra mente. En el ejercicio de la meditación no se trata de que establezcamos una lucha con nuestros pensamientos, sino de que aprendamos a observar nuestros pensamientos.

Los pensamientos que vengan a nuestra mente cuando estamos meditando debemos verlos como una nube, y dejarlos pasar, sin juzgarlos, sin participar en ellos. Solo los observamos y los dejamos pasar. De esta forma estamos observando nuestra mente. Esa dimensión que observa la mente es nuestro ser. Eso es lo que nosotros somos. Somos el ser.

Cuando nos conectamos con nuestro ser, con esta nueva dimensión, seremos capaces de observar nuestros pensamientos, de aceptarlos, mirarlos y dejarlos pasar. Esa es la manera en la que debemos relacionarnos con nuestros pensamientos cuando estamos meditando. 

En el ser no hay mente, en el ser está nuestra esencia, la luz, la calma, la paz. Y a través del ejercicio de la meditación despertamos el ser en nosotros. Meditar nos trae al aquí y ahora, y en el aquí y ahora se encuentra la paz, se encuentra la calma, se encuentra lo eterno.

¿Cuáles son las herramientas de la meditación?

La primera y más importante herramienta de la meditación es la respiración. Respirando conscientemente empezamos a concentrarnos en el momento presente y en el aquí. Podemos usar los distintos pranayamas que conocemos para canalizar nuestra energía a través de la respiración, y buscar llegar a ese lugar de paz y calma en el que unimos nuestro ser individual con el universo.

Otras herramientas para la meditación son los mantras, las afirmaciones y las visualizaciones. Mantra es una palabra en sánscrito que significa “man” = mente, y “tra” = liberación. El mantra es un instrumento para liberar la mente. Es una combinación de sonidos, sílabas o palabras que se repiten de manera continuada, y que cumplen esa función de liberar nuestra mente de los pensamientos. Algunos son cantados. Pueden decirse en voz alta, o mentalmente. Cuando ya manejamos bien la respiración, podemos empezar a incorporar mantras en nuestras meditaciones.

Las afirmaciones son mensajes repetitivos que diseñamos para cada uno de nosotros de acuerdo a lo que necesitamos. Se incorporan a la meditación y sirven para enfocarnos y nos ayudan a reprogramar nuestra mente. Se repiten en la mente o en voz alta tantas veces lo creamos necesario durante la meditación. 

Otra herramienta es la visualización, que no es otra cosa que imaginar. Simplemente le pedimos a nuestra mente que se imagine un color, un lugar, una luz, o cualquier otra cosa. La función es que nuestra mente se entretenga con eso que está imaginando, y también se reprograme. La interpretación que cada persona da a los lugares, colores u otros elementos que visualicemos es muy personal, así que cada visualización tendrá un efecto diferente en cada persona.

Recomendaciones para meditar

Podemos meditar en la postura que queramos, siempre y cuando nos sintamos cómodos. Podemos hacerlo sentados, acostados o de pie. Lo que sí es imprescindible es que mantengamos la espalda recta, para que la energía fluya sin inconvenientes a través del principal canal energético de nuestro cuerpo que corre en paralelo a nuestra columna vertebral.

Cada quien puede meditar en el momento del día en que le convenga hacerlo y durante el tiempo que tenga disponible para hacerlo, aunque sean 5 o 10 minutos. Es recomendable usar ropa cómoda. Debemos incorporar la práctica de la meditación en nuestra agenda y respetar el tiempo que decidamos destinar a ella. Es necesario ser constantes. Cada persona hace su camino, y va incorporando la práctica a su día a día. Sentir los beneficios de esta práctica tomará el tiempo que tenga que tomar para cada persona. 

Cada quien logrará su estado de conciencia elevada de manera singular. Es un camino de exploración. Al principio es recomendable hacer meditaciones guiadas. En ellas, como su nombre lo indica, alguien nos guía durante el proceso, ofreciéndonos indicaciones acerca de la respiración, la focalización, las visualizaciones, y recordándonos cómo debemos observar nuestra mente y dejar ir los pensamientos. Esto es muy útil cuando nos estamos iniciando en la práctica. Ya luego iremos desarrollando nuestra manera de hacerlo de forma personal e íntima. 

A algunas personas les gusta meditar con música, o utilizando inciensos u otros elementos de sonido o aromaterapia. Pero nada de ello es obligatorio. Todo lo que necesitamos para meditar está dentro de nuestra mente. Y el silencio, es importante recalcarlo, es una herramienta poderosa para el encuentro con nosotros mismos.

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