¿El yoga sirve para adelgazar?

¿Quieres adelgazar y te has planteado que el yoga puede ayudarte? Como sabemos, el yoga es una disciplina que armoniza el cuerpo y la mente y aporta grandes beneficios integralmente a nuestro ser. Visto como un estilo de vida, practicar yoga definitivamente nos hace modificar nuestra actitud ante muchos aspectos y nos conduce hacia una vida más sana. Esto sin duda va de la mano con tener un peso adecuado.

De tal manera que si nuestro cuerpo está fuera de equilibrio, la práctica del yoga contribuirá a que adelgacemos si así lo necesitamos. Pero debemos estar claros en que el yoga no es una  rutina de ejercicios para adelgazar. Es una disciplina que nos lleva a estar en armonía integral. En este sentido será nuestro aliado en el proceso de lograr un peso y una figura con la que nos sintamos bien.

Debemos tener claro que para perder peso debemos estar en un estado de déficit calórico, es decir, debemos gastar más calorías que las que consumimos para que nuestro cuerpo empiece a perder efectivamente peso. Si tenemos sobrepeso, es recomendable buscar la orientación de un nutricionista que nos ayude a establecer una dieta adecuada a nuestras necesidades individuales, que nos permita perder peso de manera saludable.

Estilos y asanas

La práctica del yoga con sus rutinas de respiración,  posturas (asanas), relajación y meditación aporta beneficios integrales en nuestra salud. Todas sus modalidades nos aportan elementos que pueden contribuir a que consigamos y mantengamos un peso adecuado. Estimulamos el consumo calórico con el movimiento, los asanas y la respiración.

En particular algunos asanas invertidos, como el arado y el medio puente son posiciones que masajean y mejoran la irrigación sanguínea hacia la tiroides. Esto tiene un efecto beneficioso en el metabolismo de los alimentos.

Algunos estilos de yoga que se consideran más vigorosos como el ashtanga, el vinyasa, y el power yoga pueden considerarse más recomendables si queremos adelgazar, ya que incrementan el consumo calórico.

También podemos considerar el hot yoga. Es una modalidad que se basa en 26 posturas de hatha yoga y que se hace en unas condiciones de humedad al 40 por ciento y a una temperatura de 40 grados centígrados, que estimulan la sudoración y el consumo energético. Esta modalidad no es apta para ser practicada por todas las personas, por lo que es recomendable buscar orientación si se desea practicarla.

Si la práctica del yoga que hacemos es tranquila y relajada recibiremos muchos beneficios, pero no tendremos ese efecto de aumentar el gasto calórico que nos lleve a perder peso. Para que esto ocurra la práctica debe exigir un esfuerzo adicional, debe ser vigorosa.

Los pranayamas hacen que el organismo se oxigene mejor y esto también estimula el metabolismo. Además nos llevan a equilibrar la energía en nuestro organismo y a estar más conscientes del presente, del aquí y el ahora, y a lograr calma, aceptación y a manejar la ansiedad. Esto contribuye a que mantengamos un peso adecuado ya que muchas veces comemos por ansiedad.

Cuando practicamos la respiración consciente estaremos en calma y empezaremos a escuchar nuestro cuerpo. Así podemos detectar las señales que este nos envía y saber cuándo teneMos hambre o sed realmente. Empezaremos a comer también conscientemente tomando en consideración además la calidad de los alimentos que ingerimos. Desarrollaremos una relación sana con la comida acorde a nuestras necesidades únicas e individuales.

Serenidad y conciencia corporal

Pero lo más importante es que el yoga nos hace tomar conciencia de nuestro cuerpo, de lo que necesitamos y de cómo nos sentimos. Eso nos lleva a que al momento de comer lo hagamos desde un lugar consciente e intuitivo, y consumamos solo lo que el cuerpo nos pide, porque es lo que realmente necesita.

Si observamos lo que comemos, cuándo, cuánto y por qué lo hacemos, nos daremos cuenta de que muchas veces comemos por ansiedad y no porque tengamos hambre, o un requerimiento calórico específico para desarrollar una actividad.

La práctica del yoga nos ayuda a manejar la ansiedad y por tanto nos hará sentir más en calma y a establecer una relación distinta y más sana con muchos aspectos de nuestra vida. Entre ellos controlaremos la ingesta de alimentos a deshora, sin que tengamos realmente necesidad de ingerirlos para nutrirnos, que es una de las causas del exceso de peso.

También nos ayuda a aceptarnos a nosotros mismos y a tener una mayor consciencia corporal. Ese proceso de autoconocimiento nos ayuda a darnos cuenta de cuál es un peso apropiado para nosotros, con el que nos sentimos bien, con el que podamos movernos ágilmente, sin que nuestra columna, nuestros pies y nuestro sistema cardio-respiratorio estén sobreexigidos.

La práctica del yoga nos ayuda también a cultivar la disciplina y la perseverancia, que son fundamentales para mantener hábitos de vida saludables.

Otro de los pilares del yoga que es la meditación nos ayuda a conocer y aceptar nuestras emociones, a saber lidiar con ellas. Uno de los aspectos que vamos a trabajar en ese proceso es la relación con nuestro cuerpo. Conocernos a nosotros mismos contribuye a que estemos claros en la motivación que tenemos para perder peso.

Ese proceso nos llevará además aceptar nuestro cuerpo y a elevar la autoestima. Eso contribuye a evitar que canalicemos algunos estados emocionales a través de la comida, lo cual suele ser un problema para muchas personas.

Yoga y adelgazar, balance saludable

Definitivamente para adelgazar y mantener un peso adecuado debe hacer un equilibrio entre el número de calorías que ingerimos y el consumo calórico que tengamos según nuestro estilo de vida. Un estilo de vida no sedentario, que incluya el movimiento, nos hace consumir más calorías.

El yoga como estilo de vida nos conduce sin duda alguna a incorporar hábitos de vida saludables que nos permitirán lograr un pleno equilibrio cuerpo-mente y disfrutar de un estado de bienestar general.

Se trata de desarrollar la conciencia corporal, y encontrar nuestro equilibrio en todos los aspectos, entre ellos en cuanto a nuestro peso y contextura. No se trata de dejarnos llevar por imposiciones de la moda y las tendencias, y querer llegar a tener el mismo peso que una modelo. Sino, como hemos dicho, de encontrar nuestro equilibrio. 

Una alimentación saludable es por supuesto de gran importancia. Debemos estar atentos a los alimentos que tomamos y a la manera cómo los preparamos y cómo los ingerimos. Cada comida del día debe contar con los nutrientes necesarios y en las cantidades requeridas.

Es importante que nuestra dieta incluya alimentos de todos los grupos nutricionales, proteínas, carbohidratos, grasas (en poca cantidad), elementos reguladores y fibra. Cada uno de ellos cumple una función específica en nuestro organismo.

Es recomendable mantener rutinas adecuadas en cuanto a la preparación de los alimentos y a las horas y frecuencia en que los tomamos. Los alimentos deben cocinarse de manera saludable, prefiriendo hacerlo a la plancha o al vapor, y no abusando con el uso de condimentos. Debemos dar prioridad a los alimentos naturales, y evitar los productos procesados y el consumo de azúcar añadida.

Desde todo punto de vista, el yoga es un aliado para adelgazar o mejorar nuestro peso. Nos ayuda a incorporar hábitos de vida saludables en torno al ejercicio físico, a la respiración consciente, al manejo de la ansiedad, y a una alimentación balanceada, elementos todos que nos llevan a transitar el camino del bienestar integral.

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