¿Padeces de artritis? El yoga puede ayudarte
La artritis es una enfermedad que produce rigidez y dolor en las articulaciones. Si padeces de esta dolencia es clave que lleves una vida activa de la que el movimiento forme parte importante.
El National Institute of Health Clinical Center, institución de investigación en el área de salud de los Estados Unidos de Norteamérica, ha indicado en un estudio que el ejercicio constante guiado por la disciplina del yoga, alivia sustancialmente las molestias que causa la artritis. Incluso puede contribuir a frenar el avance de la enfermedad.
Los principales síntomas de la artritis son dolor y rigidez en las articulaciones y a veces hinchazón y enrojecimiento. También caausadisminución en la amplitud del movimiento. Estas limitaciones hacen que las personas que sufren de artritis tengan dificultades en mantener una postura adecuada, vayan perdiendo fuerza y tono en los músculos y vean también afectado su equilibrio.
Estas molestias causan además estrés y ansiedad a las personas que padecen de esta dolencia al sentir que se debilita su integridad física y que pierden control de ciertos aspectos de su vida.
Trabajando cuerpo y mente
Así que si padeces de artritis, el yoga puede ayudarte. Esta condición afecta tanto al cuerpo como a la mente y el yoga nos ayuda a que ambos estén en armonía.
La práctica integral del yoga con todas sus herramientas, asanas, pranayamas y meditación, será sin duda alguna muy beneficiosa para ti si padeces alguno de los tipos de artritis, entre los que se encuentran la artrosis, la artritis reumatoide, entre otros.
Inconscientemente uno tiende a contraer los músculos en las zonas del cuerpo en las que siente dolor, como tratando de evitarlo. Y resulta que tener los músculos contraídos causa más molestia. Practicar la respiración consciente te ayudará a relajarte y a cargarte de serenidad en momentos en que sientas que el dolor y la tensión te apremian.
Hacer asanas sencillas contribuirán a que mantengas un buen tono muscular y a que tus articulaciones se encuentren lubricadas y en movimiento. Te darán flexibilidad y también trabajarás el equilibrio y la coordinación.
Observa cómo mejora la rigidez, el dolor en las articulaciones y la amplitud del movimiento con la ejecución de asanas que puedes hacer con facilidad. En general, se recomienda hacer movimientos lentos y controlados que muevan las articulaciones y fortalezcan los músculos alrededor de ellas.
Se pueden emplear accesorios tales como cojines, bloques y mantas para facilitar algunas posturas. Pueden incluirse ejercicios que se realizarán desde una silla, en caso de que los pacientes tengan dificultades para mantenerse de pie o sean de edad muy avanzada.
La práctica debe realizarse con calma sin apresurarse ni forzarse en la ejecución de las asanas. Por la condición de la artritis puede requerirse más tiempo para ejecutar un movimiento y colocarse en una posición.
Si tienes una condición de salud como la artritis es recomendable realizar la práctica con la guía de un maestro o profesor, sobre todo al inicio. Él te acompañará en tu proceso. Te ayudará a ir determinando qué tipo de asanas son convenientes y cómo acompañarlos adecuadamente con la respiración. También te orientará sobre cuánto tiempo mantenerlos y cómo armarlos y desarmarlos para que sean realmente beneficiosos para tu cuerpo.
Enfócate en el presente
La meditación también será de gran ayuda si padeces de una condición como la artritis. Cuando meditas te concentras en tu respiración, lo haces de manera profunda y consciente.
Esto te ayuda a relajarte, a manejar el dolor y además a concentrarte en el momento presente, no permitiendo que la ansiedad te invada. Nos concentramos en el aquí y el ahora sin ponernos a anticipar situaciones que a lo mejor ni siquiera van a suceder. No nos poneos a pensar, por ejemplo, que el dolor en alguna articulación puede volver y hacerse más intenso.
Más bien medita concentrándote en tu respiración, relajándote, buscando serenidad, trabajando la aceptación del dolor crónico que muchos pacientes de artritis sufren. Trata de localizar momentos de no dolor o de menos molestia y disfrutarlos. Trabaja la atención plena, enfocando tu atención y conciencia en el momento presente, y concentrándote al máximo en tu práctica.
Ese estado de calma que se logra con la meditación hace también que bajen los niveles de cortisol y otras sustancias del organismo que colaboran con los procesos inflamatorios. Esto contribuye a mejorar la condición artrítica, que es un estado de inflamación de las articulaciones.
La meditación te ayudará también a fortalecer tu sistema inmunológico lo que te ayudará a controlar el avance de la dolencia.
Sé constante con la práctica
En la medida que mantengas la práctica del yoga de manera constante y regular sentirás más sus beneficios en todo momento y más aún en caso de tener una dolencia como la artritis.
Se ha demostrado que el yoga ayuda a los pacientes de artritis a tener menos dolor al caminar, a poder practicar la marcha durante más tiempo, a aumentar el ángulo de flexión de la rodilla, mejor, a que disminuya la hinchazón y el dolor en las articulaciones, entre otros beneficios.
Utilizar el yoga como terapia complementaria para la artritis contribuirá a que los pacientes deban recurrir a una menor administración de medicamentos antiinflamatorios. Una alimentación saludable también es importante. En ella pueden incluirse ciertos alimentos que tienen un efecto antiinflamatorio natural, tales como la cúrcuma y la piña.
Pacientes con artritis que hacen yoga tiene una mejor calidad de vida, ya que además de los beneficios mencionados, esta práctica ayudar a dormir mejor, lo que permite combatir la fatiga, recuperar energía y mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico.