Mejoremos nuestra digestión haciendo yoga

La digestión es el proceso mediante el cual nuestro cuerpo transforma los alimentos que ingerimos en sustancias asimilables que nuestro organismo necesita para su funcionamiento. A veces puede hacerse pesada o hasta molesta. Mejoremos nuestra digestión haciendo yoga.

La digestión es uno de los procesos más complejos e importantes que lleva a cabo nuestro cuerpo. En ella intervienen muchos aspectos. A veces puede causarnos dolor o malestar debido al tipo de alimentos que estemos tomando, o a nuestro estado de salud general.

Malos hábitos alimenticios, si comemos con ansiedad y tensión, nuestro sistema digestivo y nuestra digestión se verán afectados y podemos empezar a tener síntomas tales como acidez, flatulencia, dolor estomacal, estreñimiento, o diarrea, entre otros. Hay varias cosas que podemos hacer para mejorar nuestra digestión. Hacer yoga es una de ellas.

Alimentación saludable para mejorar la digestión

Además de mejorar nuestra alimentación haciendo yoga, debemos mantener hábitos de alimentación saludable. Entre ellos debemos:

  • mantener horarios de comidas regulares:

cada quien adaptará su horario a sus rutinas. Es hacer un buen desayuno, no más de dos horas después de levantarnos. No debemos cenar demasiado tarde, y la cena debe ser una comida ligera. 

  • incluir en nuestra dieta alimentos de todos los grupos nutricionales, proteínas, carbohidratos, grasas (en poca cantidad), elementos reguladores y fibra, ya que cada uno de ellos cumple una función específica en nuestro organismo.

Las proteínas (carnes, huevos, lácteos y otros) cumplen una función plástica o estructural, es decir permiten el recambio y crecimiento de los tejidos, las estructuras biológicas. Los cereales y azúcares son fuente energética, al igual que las grasas. Las frutas, verduras y vegetales cumplen una función reguladora, aportan vitaminas y minerales. Legumbres y frutos secos nos dan energía y son fuente vegetal de proteína.

  • consumir alimentos especialmente frescos y crudos, los que se puedan comer de esa manera, y no consumir alimentos procesados
  • cocinar los alimentos de manera saludable, a la plancha o vapor, evitar las frituras y no usar demasiados condimentos, ni abusar de la sal ni el azúcar
  • mantenernos hidratados
  • masticar bien los alimentos. Tomemos en cuenta que este es el primer paso de la digestión.
  • comer despacio, disfrutando lo que estamos comiendo
  • concentrarnos en ese momento, no dejándonos invadir por preocupaciones
  • buscar asesoría de un nutricionista, de ser necesario, para evaluar nuestras necesidades nutricionales específicas.

Mejoremos nuestra digestión haciendo yoga

Además de mantener buenos hábitos de alimentación, la práctica de ejercicio físico también es recomendable en general para mantener un organismo sano.

Y como disciplina que equilibra el cuerpo y la mente, el yoga es una herramienta muy útil para ayudarnos a mejorar la digestión.

Veamos posturas recomendadas para ello:

  • postura del niño o balasana:

Arrodillados en el piso, con las rodillas separadas al ancho de caderas, bajamos los glúteos y los colocamos sobre nuestros pies que estarán juntos. Desde esa posición sentados, elevemos los brazos e inclinemos el tronco hacia adelante, colocando la frente sobre el piso y los brazos estirados por encima de la cabeza.

Mantengámonos en esa posición todo el tiempo que queramos, realizando respiraciones lentas y profundas. Ejecutemos al menos diez respiraciones en la posición del niño. Cando nos incorporemos lo haremos lentamente, lo último en subir es la cabeza. De esta forma estiramos la espalda vertebra por vértebra.

Esta postura ayuda a relajar la espalda baja, proporciona un suave masaje a los órganos abdominales y ayuda a mejorar la digestión

Mejoremos nuestra digestión con estas asanas

  • postura del osito o apanasana:

Se conoce también como postura de liberación de aire. Se ejecuta estando acostados boca arriba en el piso. Allí flexionaremos las piernas llevando ambas rodillas sobre el pecho. Abrazamos las rodillas y las presionamos suavemente sobre nuestro abdomen.

Esta postura activa el estómago y los intestinos favoreciendo todo el proceso digestivo. Es una posición sumamente relajante, en la cual permaneceremos haciendo respiraciones todo el tiempo que queramos, disfrutando la postura.

  • torsión de columna:

Esta la haremos desde la posición de acostados en el suelo boca arriba, con los brazos estirados a los lados del cuerpo. Allí doblaremos ambas piernas colocando las rodillas sobre el pecho, es decir volvemos a la postura de apanasana.  Manteniendo las dos rodillas juntas inhalamos y al exhalar tumbaremos ambas piernas hacia el lado izquierdo, y volveremos la cabeza y la mirada hacia el lado derecho, manteniendo ambos hombros sobre el piso.

Sentiremos la torsión de la columna, y nos mantendremos en esa postura todo el tiempo que queramos respirando profundamente. Mantengámosla al menos durante diez respiraciones. Volvamos las piernas y la cabeza y la mirada al centro. Inhalemos y al exhalar tumbemos ambas pierna dobladas y juntas hacia el lado derecho, volviendo la cabeza y la mirada hacia el lado izquierdo. Mantengamos siempre ambos hombros sobre el piso.

Si sentimos que las rodillas no caen completamente al piso, las bajaremos hasta donde podamos, pero es importante mantener ambos hombros apoyados en el piso. Esta es una postura muy popular para aliviar el dolor de espalda, pero también ayuda mucho a mejorar la digestión.    

En el siguiente enlace puedes ver la realización de estas tres posturas que te ayudarán a mejorar tus procesos digestivos https://www.youtube.com/watch?v=0LmM_exErSM

Una sana digestión aporta calidad de vida

Una sana digestión es indispensable para el bienestar y una buena calidad de vida. Nuestro estómago tiene un capacidad de aproximadamente 3 litros y el mismo se ensancha cuando comemos. Cada quien tiene sus particularidades y preferencias en cuanto a los alimentos.

Observemos nuestro cuerpo para tener cada día más consciencia del mismo. En términos de alimentación adaptemos nuestros hábitos a aquellas cosas que sentimos que nos caen bien y nos nutren. Mantengamos horarios sistemáticos de comida, comamos despacio y relajados. Incluyamos en nuestras rutinas diarias la práctica del yoga y la meditación, que nos ayuda a conservar el equilibrio mente-cuerpo y espíritu, y mejoremos nuestra digestión haciendo yoga.

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