Alivia tu rodilla en tres pasos

Muchos de nosotros hemos sufrido de dolor de rodilla en algún momento de nuestra vida. La rodilla es una de las articulaciones más grandes y complejas del cuerpo y la utilizamos todo el tiempo. Así que no es de extrañarnos que en algunas ocasiones puedan causar molestia. Alivia tu rodilla en tres pasos con yoga. Vamos cómo.

Las causas del dolor de rodillas pueden ser muy variadas. Puede estar ocasionado por algún movimiento inadecuado que hayamos hecho, por exceso de peso, por alguna lesión, por debilitamiento de nuestra masa ósea o de nuestra musculatura.

En las personas jóvenes es más frecuente que el dolor de rodillas se deba al sobreuso por práctica deportiva, entre otras. En cambio en las personas de cierta edad las rodillas suelen doler por causas como la artritis y la osteoporosis.

En el caso de dolencias graves las afecciones de la articulación rotuliana, como también se le conoce, pueden incluso derivar en una intervención quirúrgica. Si el dolor de rodilla es fuerte y persistente debemos consultar con un especialista.

Las condiciones más comunes que causan dolor de rodilla son:

  • bursitis
  • tendinitis
  • desgarramiento o desgaste del menisco
  • artritis inflamatoria
  • osteoartritis

Tengamos en cuenta que el conocer nuestro cuerpo y aprender a movernos de manera inteligente nos va a ayudar también de manera importante a evitar lesiones y a aliviar molestias tanto en las rodillas como en otras zonas del cuerpo. Y en este proceso el yoga será nuestro aliado.

Asanas que alivian el dolor de rodillas

En general, la práctica de asanas nos ayudará a fortalecer músculos, tejidos y articulaciones. Alivia tu rodilla en tres pasos. Conozcamos tres posturas de yoga que nos ayudarán especialmente a fortalecer las rodillas y a aliviar molestias que puedan presentarse en esta articulación:  

-Utkatasana o postura de la silla: es una postura de yoga de pie, que fortalece las piernas y genera calor en el cuerpo. Su nombre viene del sánscrito “utkat” que quiere decir poderoso, intenso y “asana” que significa postura.

Parados, con los pies juntos o separados al ancho de cadera, doblaremos las rodillas. Los brazos se elevan por encima de la cabeza, quedando las palmas de las manos enfrentadas. La espalda debe permanecer recta, los hombros hacia abajo y la mirada al frente

Es una sentadilla, con las rodillas dobladas. Doblaremos las rodillas, tal como si nos fuéramos a  sentar en una silla. El ángulo de flexión de las rodillas dependerá de cada quien. Esta postura se usa en varios estilos de yoga, como el hatha yoga y el ashtanga yoga.

Esta postura:

  • refuerza los músculos de las piernas, sobre todo los de los muslos, y por tanto protege las rodillas
  • mejora la postura ya que propicia la alineación y apertura del pecho, la columna vertebral  y los hombros. Esto mejora la respiración, la flexibilidad y la amplitud del movimiento
  • tonifica los glúteos
  • aumenta la resistencia y el vigor
  • tonifica el sistema nervioso
  • mejora el equilibrio y la estabilidad

Otras dos posturas

-Apanasana o postura de rodillas al pecho: esta postura la iniciaremos acostados en el suelo boca arriba con las piernas estiradas y los brazos estirados hacia ambos lados del cuerpo. Inhalamos y al exhalar doblamos las rodillas acercándolas hacia el pecho. Los brazos abrazan las piernas y ayudan a acercar más las rodillas hacia el pecho.

Esta asana además de aliviar el dolor de espalda, masajea los órganos abdominales, alivia los dolores menstruales y ayuda a restaurar la flexibilidad de las rodillas.

-Supta padangusthasana o postura reclinada mano a dedo gordo del pie: existen variantes de esta postura, que podemos elegir de acuerdo a nuestra flexibilidad.

Se inicia acostados boca arriba con las piernas estiradas y los brazos estirados por encima de la cabeza. Inhalamos y al exhalar subiremos la pierna derecha estirada acercándola hacia el pecho.

Si nuestra flexibilidad nos lo permite agarraremos los dedos del pie derecho con la mano derecha y atraeremos aún más la pierna estirada hacia nuestro pecho. Si no podemos agarrarnos los dedos de los pies, usaremos una banda elástica o cinta, que pasaremos por la planta del pie y la sujetaremos con ambas manos.

Con esta banda sujetaremos la pierna manteniéndola en un ángulo de 90 grados en relación al piso. Nos mantendremos en esta postura durante varias respiraciones. Al finalizar bajamos la pierna derecha, descansamos y realizamos la variante de supta padangusthasana con la pierna izquierda.

Esta variante de supta padangusthasana con accesorio nos permitirá trabajar y restaurar la extensión de la rodilla.

Estas asanas recomendadas y en general los movimientos del yoga realizados de manera lenta y controlada producen estiramientos suaves que mantienen las rodillas sanas y flexibles. Al fortalecerse los músculos de las extremidades inferiores las rodillas estarán más protegidas. Alivia tu rodilla en tres pasos con yoga.

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