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Tercer ojo: qué es, cómo activarlo y cómo aprovechar su poder  

El tercer ojo o sexto chakra está asociado a la intuición. Se ubica en el medio de la frente, en la zona del entrecejo. Los chakras cumplen la función de ser estaciones receptoras, transformadoras y distribuidoras de las diferentes frecuencias de la energía. Vamos a conocer en detalle qué es el tercer ojo o sexto chakra, cómo activarlo y cómo aprovechar todo su poder.

El centro energético que se conoce como el tercer ojo está relacionado con el rostro,  el cerebelo, el sistema nervioso central y la glándula pituitaria.

El color que corresponde es el añil, que es un tono de azul que tiende hacia el violeta. Esta tonalidad nos da tranquilidad interior, profundidad y abre los sentidos hacia planos de percepción más sutiles. El tercer ojo no se asocia a ningún sentido ni a ningún elemento como los otros chakras.

El tercer ojo nos abre a otro nivel de percepción

Este chakra, también conocido como Ajna, se encuentra representado por un loto de noventa y seis pétalos y tiene que ver con el conocimiento del ser.  En el sexto chakra se asienta la fuerza psíquica superior, la percepción, la intuición y la capacidad intelectual. A través del tercer ojo estamos conectados con la manifestación de la fuerza del pensamiento. Es el cuarto de control del sistema nervioso central.

Nosotros percibimos la realidad a través de nuestros sentidos, pero no todo lo que existe lo percibimos a través de ellos. No todo lo que existe tiene una representación en el plano físico. Y es a través del tercer ojo que somos capaces de percibir esa parte de la realidad que no nos llega a través de nuestros sentidos, es decir los aspectos extrasensoriales de la realidad.

Algunas personas tienen más abierto el tercer ojo que otras. Este se encuentra en distintos niveles de desarrollo o de conciencia en cada persona. Es normal que esto sea así porque cada uno de nosotros se encuentra en su propio punto en el camino de su evolución.

El sexto chakra puede funcionar armónicamente aun cuando no esté plenamente desarrollado. Observaremos entonces que las personas tienen diferentes niveles de entendimiento holístico de la vida y variadas habilidades intelectuales.

Abriendo el tercer ojo  

Si tenemos el tercer ojo abierto, notaremos que tenemos un distinto nivel de visualización e intuición. Estaremos más concentrados, enfocados en la realidad, pero también abiertos a lo idea de lo desconocido. Esto nos ayuda a ir profundizando en el conocimiento de la realidad.

Si el tercer ojo está funcionando de manera inarmónica estaremos viviendo solo a través del intelecto y de la razón. Esto hará que solo demos credibilidad a lo que captamos con el entendimiento y podamos verificar con métodos científicos. Nos estaremos alejando del conocimiento espiritual, y con ello estamos dejando por fuera toda una dimensión de la realidad.

A veces también el que el sexto chakra esté funcionando de manera inorgánica hace que nos volvamos olvidadizos, que nos cueste enfocarnos o retener información, y que nuestros pensamientos sean poco claros y nos sintamos confundidos. 

¿Cómo aprovechar el poder del tercer ojo?

Tener el tercer ojo completamente abierto requiere trabajo. De hecho hay yoguis que dedican su vida entera a lograrlo.

Con el sexto chakra completamente abierto y alineado el mundo se percibe de una forma diferente, los límites de la comprensión de todo se elevan a un nivel superior y se accede al conocimiento en todos los planos.

El mundo material se nos hace transparente y somos capaces de percibir la dinámica de las energías del universo. Podremos percibir todas las creaciones del universo.

¿Cómo alinear y desarrollar el tercer ojo?

El yoga, con sus herramientas, nos ayudará a linear nuestro chakra tercer ojo:

la meditación hace que nuestra conciencia esté más atenta, más presente en lo que está sucediendo aquí y ahora. Y cuando estamos verdaderamente atentos al presente es cuando empezamos a ser capaces de percibir lo que nuestro tercer ojo nos  muestra.

Debemos entregarnos a la meditación, superando las barreras que provienen de nuestra mente enviándonos mensajes de “no me puedo concentrar”, “no logro visualizar lo que quiero”, entre otros. Debemos buscar en nuestra fuerza interior.

Te recomendamos hacer una meditación enfocada específicamente en abrir el tercer ojo:

dediquémonos a nuestra meditación en un lugar tranquilo, donde nada nos perturbe

sentémonos con la espalda recta, cerremos los ojos, y concentrémonos en nuestra respiración

una vez que estemos relajados y concentrados, empecemos a repetir el mantra “Ksham”. Repítámoslo en voz alta o mentalmente, de acuerdo a nuestra preferencia. Este es el mantra correspondiente a este chakra y su vibración ayudará a alinearlo.

Luego introduzcamos también en nuestra meditación afirmaciones tales como: “me abro humildemente a la inmensidad del universo”, “estoy conectado a la sabiduría del todo”

Algunas posturas de yoga contribuyen especialmente a abrir el tercer ojo. En general se trata de asanas relajados que cumplen la función de ayudarnos a dirigir la energía y en las cuales podemos permanecer y meditar más profundamente tales como la postura del niño y la del perro mirando hacia abajo.

Otros ejercicios

Para fortalecer la apertura del tercer ojo se recomienda también hacer ejercicios de contemplación. Contemplemos por ejemplo el cielo nocturno, las estrellas. Esta práctica abre nuestro espíritu a la inmensidad, a todas las manifestaciones de la creación. Observaremos lo que podemos ver y también sentiremos que hay allí una inmensidad que, aunque no podamos ver con nuestros ojos, está allí presente.

En nuestras meditaciones para abrir el tercer ojo también podemos emplear en forma de aceites o de velas algunos aromas que ayudan a su alineación, tales como la lavanda, que es especialmente relajante, y la mirra, que ayuda a fomentar la intuición y las capacidades psíquicas.

Rodearnos en nuestra meditación de algunas piedras tales como la amatista, la fluorita y el lápiz lázuli también nos ayudarán a promover la paz, la calma, la concentración y el uso de la intuición.

Cuando el sexto chakra está abierto podemos dirigir conscientemente los procesos de percepción de la realidad de manera holística. Esto nos permite integrarnos con el universo en una relación cósmica. 

Trabajemos poco a poco la apertura de nuestro tercer ojo a través de las herramientas del yoga. Nos sentiremos cada vez más en equilibrio e integrados al universo.

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