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Respiración profunda: libera la tensión de tu cuerpo

Respirar es una función vital para nuestro organismo. Pero pocas veces nos detenemos a pensar cómo lo hacemos y si lo estamos haciendo correctamente. La respiración es uno de los elementos fundamentales del yoga, por lo que esta disciplina nos enseña a hacerlo de manera consciente. Conozcamos y ejercitemos la respiración profunda del yoga que nos ayuda a liberar la tensión en nuestro cuerpo.

De acuerdo a una investigación reseñada en la revista estadounidense “Mirror”, la mayoría de las personas utilizan normalmente solo un tercio de su capacidad respiratoria. Esto puede afectar nuestra salud, ya que la respiración es una función biológica básica de nuestro cuerpo.

Mediante la respiración tomamos oxígeno y botamos dióxido de carbono y otros desechos tóxicos del organismo. Esta función regula también la temperatura del organismo, estabiliza la sangre, y nos permite mantener activas todas nuestras funciones vitales.

La respiración nos ayuda a meditar

La respiración consciente nos conduce a la meditación y esto nos ayuda a recuperar la serenidad en momentos de tensión, a liberar tensiones y  a cargarnos de energía. 

Cuando practicamos yoga la experiencia de respirar cambia. Empezamos a hacerlo de manera consciente, ejecutando lo que se conocen como pranayamas, del sánscrito prāṇāyāma o pranaiama (control de la respiración)

Cuando respiramos conscientemente toda nuestra atención está concentrada en nuestra respiración, en nuestro cuerpo, y eso nos hace estar en el momento presente. Y esta es la base de la meditación.

Diversos tipos de respiración

En la práctica del yoga existen diversos tipos de respiración y cada una de ellas aporta diferentes beneficios a nuestro cuerpo y a nuestra mente. En general, respiraremos siempre por la nariz, tanto al inhalar como al exhalar.

Respiración abdominal

En esta modalidad cuando inspiramos dirigimos el aire hacia el abdomen, al exhalar el diafragma sube y nos desinflamos.

Par practicarla coloquémonos en una posición cómoda, sentados o acostados, cerremos los ojos y concentrémonos en lo que ocurre dentro de nosotros al respirar.

Pongamos las manos sobre nuestro vientre. Inhalemos por la nariz y dirijamos el aire que ingresa a nuestro cuerpo hacia el abdomen. Sintamos cómo se expande nuestro vientre. Al exhalar observemos cómo se contrae nuestro abdomen.

Practiquemos la respiración abdominal llevando el aire hacia el abdomen sin forzarnos, haciéndolo de manera natural fluida.

Respiración torácica

Cuando realizamos la respiración torácica se activan los músculos que están en la zona intercostal. Inspiramos llenado nuestros pulmones, elevamos los hombros y sentimos que las costillas se abren.

Al exhalaremos dejamos caer los hombros y las costillas se contraen. Finalmente nuestro abdomen se contrae también al expulsar el aire.

Respiración profunda

Este pranayama es más exigente y ayuda enormemente a fortalecer nuestro sistema respiratorio. En esta modalidad vamos a integrar la respiración torácica o intercostal con la abdominal y sentiremos que respiramos plenamente.

Veamos paso a paso cómo efectuar la respiración profunda o completa:

  • coloquémonos en una posición cómoda. Cerremos los ojos para concentrarnos en la respiración.
  • para empezar realicemos tres respiraciones abdominales
  • luego, para sentir cómo vamos haciendo la respiración completa, se recomienda colocar una mano sobre el abdomen y otra sobre el tórax.
  • respiremos y llevemos primero el aire hacia el abdomen, luego lo llevaremos hacia las costillas y finalmente hacia las clavículas.
  • aguantemos el aire unos segundos, sin forzarnos. Al exhalar soltemos primero el aire de la zona clavicular, luego de la zona intercostal y finalmente de la zona del abdomen.

Repitamos varias veces la respiración completa sin forzarnos. Es una respiración exigente, así que se recomienda empezar con unas tres repeticiones, sin cansarnos. Con la práctica iremos incrementando el número de veces que la podemos hacer. Nuestra capacidad respiratoria irá aumentando y fortaleciéndose.

Beneficios de la respiración consciente

Una vez que hemos descubierto la respiración consciente, gracias a la práctica del yoga, nos daremos cuenta de que debemos respirar conscientemente no solo cuando meditemos o hagamos nuestra práctica de asanas, sino en todo momento. Sentiremos sus beneficios. Oxigenaremos cada célula de nuestro cuerpo y nos sentiremos en calma y relajados. 

La respiración es una función vital que nos carga de energía y tiene impacto en nuestra salud física, mental y emocional. Hacerlo de manera consciente fortalece los órganos que participan en esta función. Se tonifica también nuestro corazón, el sistema circulatorio y nuestro cerebro. 

Cuando respiramos adecuadamente liberamos las tensiones de nuestro cuerpo, manejamos mejor nuestras emociones y dormimos mejor. Definitivamente el yoga nos lleva a hacernos conscientes de nuestra respiración, y con ello a hacerlo mejor.

Ahora que conocemos la respiración profunda animémonos a practicarla al menos 5 minutos al día. Hagámoslo a nuestro propio ritmo, conectando con nuestra respiración. Veremos cómo las tensiones de nuestro cuerpo y mente se desvanecen. Ganaremos inmensamente en salud física y mental.  

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