Yoga en Pareja

Yoga en Pareja ¿cómo fortalecer su relación con el Yoga?

Siempre tenemos la idea de que el yoga es una disciplina individualista, ya que se trata de una conexión entre cuerpo, alma y mente de la persona.

Tradicionalmente sí, es así, pero no necesariamente siempre debe serlo, ya que el paso del tiempo siempre se va modificando todo. Cuando se practica el yoga más que nada por sus beneficios físicos y mentales, pueden hacerse excepciones que hagan de la experiencia algo más divertido; un ejemplo de esto es el yoga en parejas.

Beneficios de practicar yoga en pareja

  • Refuerza el vínculo: al encontrar una actividad de interés mutuo y pasar más tiempo con una persona, la relación tiende a profundizarse y a conocer mejor a la otra persona. Es ideal para aquellos que sientan que falta comunicación en su relación, o que están distanciadas por motivos laborales.
  • Estimula el compañerismo y la paciencia con el otro: no todos tenemos el mismo ritmo para las mismas actividades, esto conlleva a aprender uno del otro, tener más paciencia y ayudarse mutuamente.
  • Aumenta la confianza en el otro: la confianza física conlleva a la confianza en la otra persona. En teatro, por ejemplo, también se suelen utilizar ejercicios entre los miembros para aumentar la confianza, y así poder lograr la fluidez y la comunicación en el escenario.
  • Se vuelve más divertido: muchas veces las actividades, cuando se realizan acompañado, tienden a ser más entretenidas y disfrutables para algunas personas. Si eres de los que prefieren ejercitar en compañía, el yoga en pareja es para ti.

Algunas posturas para practicar de a dos

Torsión de columna: sentados, teniendo espalda con espalda, girar ambos el torso hacia la izquierda o derecha, tratando de alcanzar la rodilla del otro.

Postura del bote: sentados de frente, se toman las manos y juntan las plantas del pie. Luego comienzan a elevar estos, por dentro de los brazos, hasta arriba.

Estiramiento de espalda: estando de pie y con las espaldas enfrentadas, se toman las manos e inclinan hacia adelante, arqueando la espalda también hacia adelante e inclinando un poco la cabeza hacia atrás.

Apertura de hombros: frente a frente, de pie, colocan las manos en los hombros del otro y comienzan a dar pasos hacia atrás, bajando el torso y la cabeza. Hacer esto hasta quedar con las espaldas paralelas al suelo.

Postura del cuadrado: uno se sienta con los pies estirados y el torso recto, formando un ángulo de 90°. El otro debe formar el mismo ángulo colocando sus manos en los tobillos de su pareja, mientras que sus piernas son sostenidas en lo alto por esta. Es una postura un poco compleja, se recomienda tener experiencia antes de realizarla.

Postura de la fuerza: de pie, viéndose de frente, se toman de los antebrazos e intentan «sentarse en el aire» al mismo tiempo, flexionando las rodillas que deben estar enfrentadas también. Utilizan la fuerza mutua para no caer.

Meditación sentados: al final de la práctica pueden meditar sentados, apoyando espalda con espalda para facilitar el mantener la columna vertebral erecta.

El yoga en pareja es una manera divertida de probar nuevas posturas que no se pueden realizar individualmente. Cabe resaltar que el que lleve de nombre «pareja» no significa que necesariamente sea nuestra pareja, sino que también puede ser un familiar o un amigo; los beneficios vistos anteriormente corren para todo tipo de vínculos.

¿Qué esperas para invitar a algún ser querido a practicar yoga juntos?

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