Errores si estás empezando a meditar
Es normal que cometamos algunos errores si estamos empezando a meditar. Este es un camino nuevo que estamos transitando y conlleva un proceso de aprendizaje. Cuál puede ser un error al meditar?
Veamos cuáles son algunos de esos errores o ideas falsas que nos acompañan en nuestros inicios en la meditación, para que podamos identificarlos y no los cometamos o no nos dejemos llevar por esas falsas concepciones:
- Pensar que tenemos que lograr dejar la mente en blanco para poder meditar. Esto simplemente no es posible, cuando meditamos lo que hacemos es concentrarnos en nuestra respiración, observamos los pensamientos que vienen a nuestra mente y los dejamos ir sin engancharnos en ellos.
Con la práctica constante logramos bajar el ruido de la mente y empezamos a poder sentir la calma y paz que surgen de nuestro interior.
Así que no nos enfrasquemos en una lucha contra nuestros pensamientos, tratando de dejar la mente en blanco. Ese es un error al meditar. Relajémonos, concentrémonos en nuestra respiración, si algún pensamiento viene a nuestra mente dejémoslo que pase como una nube. Empecemos a disfrutar del estar aquí y ahora, y de la paz que hay dentro de nosotros.
Otro error al meditar
- Asumir que la postura de sentados en el piso con piernas cruzadas delante de nosotros es la más cómoda e indicada para meditar, colocarnos en ella y forzarnos a que debemos meditar en esa posición.
Esta postura, que se ha denominado también postura fácil, requiere de la práctica previa de algunas asanas de yoga y de una gran conciencia corporal. Por lo tanto, puede que no sea la más cómoda para nosotros en el momento de meditar.
Para lograr entregarnos a la meditación debemos estar cómodos. Así que es importante que busquemos una posición que nos resulte adecuada a nosotros. Podemos meditar sentados en una silla, acostados boca arriba, y quienes tengan flexibilidad y ya estén habituados a ella, pueden hacerlo en la postura de piernas cruzadas.
Busquemos la postura que más nos convenga y cuidemos de mantener siempre la espalda recta. Concentrémonos en nuestra respiración y empecemos a meditar.
- Creer que no tenemos suficiente tiempo disponible en el día para dedicarnos a la meditación, por la cantidad de compromisos y actividades que tenemos en la jornada cotidiana.
Algunas personas creen que deben dedicarse a esta práctica durante una hora o más al día, y en realidad podemos meditar apenas unos 5 minutos y ya empezaremos a sentir los efectos beneficiosos en nuestro interior. Lo importante es la disposición y entrega para hacerlo.
Podemos aumentar luego a 10 minutos e ir dedicando cada vez más tiempo a nuestra sesión de meditación, siempre dentro de metas sostenibles en el tiempo para cada uno de nosotros. Lo más importante es la constancia.
Seamos constantes y exploremos nuestro camino
Para empezar a sentir los beneficios de la meditación es necesario que seamos constantes y disciplinados y dediquemos unos minutos a esta práctica todos los días.
Este es un ejercicio muy íntimo y personal así que cada uno de nosotros irá descubriendo con la práctica la manera que más se amolda a su estilo. No hay una única y correcta manera de hacerlo.
Recordemos las recomendaciones generales para hacer una buena práctica de meditación:
- meditemos en una postura cómoda y vistiendo ropa que nos permita estar confortables y relajados
- meditemos en un lugar tranquilo
- hagamos nuestra práctica en un momento del día en que podamos regalarnos esos minutos sin que nada nos perturbe
- concentrémonos en la respiración, con los ojos cerrados, sintiendo cómo el aire entra y sale de nuestro cuerpo
- también podemos meditar con los ojos abiertos concentrándonos en un objeto definido
- en nuestra sesión de meditación, podemos usar inciensos o aceites aromáticos de fragancias que inducen a la relajación, tales como la lavanda
- en nuestro camino de exploración de la meditación, podemos ir incorporando también el uso de mantras, que son sonidos que se repiten de manera rítmica durante la meditación y cumplen la función de liberar nuestra mente de pensamientos, contribuyendo así a lograr el estado meditativo
Atrevámonos a probar diferentes maneras de practicar la meditación, y vayamos acercándonos a través de ella al estado de presencia, a ese estar en el momento presente y a encontrar la calma y el equilibrio que hay en nuestro interior.