Foto de Shashi Chaturvedula en Unsplash

Aprende a meditar paso a paso

En la medida en que nos hagamos más conscientes del proceso de la meditación seremos más capaces de practicarla y de obtener sus beneficios. Aprende a meditar paso a paso y sentirás el bienestar que ella aporta a nuestro cuerpo y mente cuando la practicamos como parte de nuestra rutina diaria.

Al principio es normal que sintamos que nos es difícil meditar, que tengamos dudas sobre si lo estamos haciendo bien, e incluso que nuestra mente ponga un poco de resistencia a hacerlo. Con la práctica iremos ganando confianza y fortaleceremos nuestra determinación a avanzar en este proceso.

Debemos ser pacientes con nosotros mismos. Cada quien tiene su manera de ir avanzando en la práctica de la meditación. Poco a poco seremos más y más capaces de manejar este proceso y sentiremos sus beneficios.

Paso a paso

Debemos tomar en cuenta todas las recomendaciones y detalles que harán que nuestro camino hacia la meditación sea cada día más satisfactorio.

¿Cómo vestirnos?

Vistamos ropa cómoda, no usemos nada que nos quede muy ajustado o que sea de algún material o tenga alguna parte que pueda molestarnos.

Descalcémonos y no usemos ningún accesorio que nos apriete o pueda incomodarnos durante nuestra práctica.

¿Dónde meditar?

Busquemos un lugar que nos transmita tranquilidad, que sean silencioso y bien ventilado, que tenga una temperatura adecuada y preferiblemente donde la luz no sea demasiado brillante.

Además debe ser un lugar donde nadie pueda interrumpirnos y nada nos moleste. Esto facilitará nuestra concentración durante todo el proceso.

¿En qué posición meditar?

Podemos meditar sentados o acostados. Lo importante es que lo hagamos en una posición en la que nos encontremos cómodos.

Si lo hacemos sentados, nuestra espalda debe estar recta. Los brazos y todo el cuerpo deben estar completamente relajados.

¿Cómo empezamos a meditar?

Se recomienda hacerlo con los ojos cerrados. Nos concentraremos en nuestra respiración. Algunas personas prefieren concentrarse en un objeto que los ayude a fijar su atención. Puede ser una vela encendida, por ejemplo.

Si algún pensamiento viene a nuestra mente, observémoslo, no nos enganchemos en él y dejémoslo ir. Esto es completamente normal. Nuestro cerebro está cumpliendo su función que es pensar, pero no dejemos que los pensamientos nos dominen y nos lleven hacia donde ellos quieren. Simplemente observémoslos, aceptémoslos y dejémoslos ir.  

Al principio, dediquemos al menos 10 minutos a la meditación. Hagámoslo todos los días. Busquemos el momento del día en que sea más conveniente hacerlo para nosotros. Poco a poco vayamos agregando más tiempo a nuestra práctica hasta llegar a un lapso de una media hora aproximadamente. Observemos cómo nos sentimos, qué cambios ocurren en nuestro cuerpo y mente cuando meditamos.

Beneficios de la meditación

Entre los beneficios que nos ofrece la meditación están:

  • ayuda a manejar la ansiedad
  • aumenta la capacidad de concentración y atención
  • mejora la memoria
  • fortalece la funciones cognitivas
  • promueve la calma y los pensamientos positivos
  • incrementa la tolerancia al dolor

Otros elementos para meditar

Además de la respiración, existen otros elementos que se pueden emplear en la meditación, de acuerdo a los gustos de cada quien y lo que funcione mejor para cada persona. En la medida que avancemos en este proceso podemos ir incorporando elementos tales como los mantras, las afirmaciones y las visualizaciones.

  • El mantra, que en  sánscrito significa “man” = mente, y “tra” = liberación, es un instrumento para liberar la mente. Es una combinación de sonidos, sílabas o palabras que se repiten de manera continuada, y que cumplen esa función de liberar nuestra mente de los pensamientos. Algunos son cantados. Pueden decirse en voz alta, o mentalmente. Cuando ya manejamos bien la respiración, podemos empezar a incorporar mantras en nuestras meditaciones.
  • Las afirmaciones son mensajes repetitivos que diseñamos para cada uno de nosotros de acuerdo a lo que necesitamos, y que se incorporan a la meditación. Sirven para enfocarnos y nos ayudan a reprogramar nuestra mente. Se repiten en la mente o en voz alta tantas veces lo creamos necesario durante la meditación.
  • Otra herramienta es la visualización, que no es otra cosa que imaginar. Simplemente le pedimos a nuestra mente que se imagine un color, un lugar, una luz, o cualquier otra cosa. La función es que nuestra mente se entretenga con eso que está imaginando, y también se reprograme. La interpretación que cada persona da a los lugares, colores u otros elementos que visualicemos es muy personal, así que esa visualización tendrá un efecto diferente en cada persona.

Conectándonos con lo divino

Cuando meditamos buscamos elevar nuestra conciencia para llegar a la unión de nuestro ser con lo universal, o divino, para llegar a un lugar de paz, equilibrio, calma y fluidez de nuestra energía, de nuestra mente, de nuestro cuerpo.

Cuando meditamos buscamos elevarnos hacia un lugar de paz y armonía. Meditar nos trae al aquí y ahora, y en el aquí y ahora se encuentra la paz, se encuentra la calma, se encuentra lo eterno.  

Esta práctica debe ser abordada como una herramienta de autoexploración, autoconocimiento y autotransformación.

Aprende a meditar paso a paso. Hagamos de la meditación una práctica diaria y vayamos observando los cambios que se dan en nuestro cuerpo y mente gracias a ella. Namasté.

Cuéntanos qué piensas

No publicaremos tu dirección de correo electrónico.