Yoga por la mañana
La mañana es una excelente hora para llevar a cabo nuestra práctica de yoga. Cuando acabamos de salir de la cama nuestro cuerpo va poco a poco entrando de nuevo en movimiento, y a veces está un poco rígido. Y si hemos dormido bien, nuestra mente suele estar tranquila.
Así que realizar nuestra práctica en ese momento del día es muy recomendable ya que ayudaremos a nuestro cuerpo a terminar de despertar, nos cargaremos de energía para el día que empieza y prepararemos nuestra mente para que trabaje calmadamente durante la jornada, sin dejarse ganar por momentos de ansiedad.
Beneficios del yoga por la mañana
Hacer yoga al levantarnos nos ayuda a:
- estirarnos, mover las articulaciones, poner nuestro cuerpo a tono y encender nuestra conciencia corporal para que nos movamos de manera inteligente durante todo el día
- cargarnos de energía a través de la respiración consciente que hará que ese flujo energético fluya a lo largo de todo nuestro cuerpo
- calmar nuestra mente, trayéndonos al estado de presencia, al aquí y el ahora, sentimiento que debemos mantener durante toda la jornada, evitando caer en estados de ansiedad
- mejorar nuestra concentración
Cómo hacer yoga por la mañana
Debemos hacer nuestra sesión de yoga mañanero en ayunas. Una vez nos levantemos, podemos hidratarnos con una infusión tibia o simplemente con agua fresca, pero no debemos ingerir alimentos antes de la práctica.
Se recomienda hacer una breve meditación para concentrarnos, y a continuación iniciar nuestra sesión de yoga realizando secuencias de asanas fluidas y suaves, que nos permitan activar cuerpo y mente.
Se deben incluir movimientos dinámicos hechos despacio, siempre acompasados con la respiración. Sentiremos que es como saludar a nuestro cuerpo al comenzar el día, masajeándolo a través del movimiento y la respiración.
Nuestro metabolismo y el funcionamiento de todos los sistemas se activarán, y sentiremos una sensación de bienestar que nos hará empezar el día con muy buena disposición.
La duración de nuestra práctica de yoga por la mañana dependerá de nuestra disponibilidad de tiempo. Si no tenemos mucho tiempo podemos hacer una sesión corta de unos 10 minutos.
Movimientos para despertar
Para lograr activar y poner a tono nuestro cuerpo con el yoga por la mañana se recomienda:
- iniciar la sesión con una serie de respiraciones lentas y profundas
- luego movilizar todas las articulaciones de los miembros superiores, brazos y manos, haciendo círculos en ambas direcciones, y doblando hacia arriba y hacia abajo las muñecas, los codos.
- hacer círculos en ambas direcciones también con los hombros
- mover la cabeza suavemente de derecha a izquierda, como diciendo “no”, moverla también suavemente hacia adelante y hacia atrás e inclinarla hacia los lados, como tratando de acerca la oreja hacia el hombro. Todos estos movimientos deben hacerse lentamente, manteniendo los hombros relajados.
- subir ambos brazos por encima de la cabeza estirando el torno lo más que podamos. Como queriendo alcanzar el cielo con las manos. Bajar los brazos y aflojarlos.
Secuencias recomendadas
- Elevar los brazos y desde allí bajar el torno hacia adelante, dejando caer todo el cuerpo, con la cabeza y el cuello relajado. Mantengamos esa posición durante unos minutos, y luego volvamos muy lentamente a la vertical, con la espalda redondeada. Lo último que vuelve a la vertical es la cabeza.
- de nuevo, subir ambos brazos, estirar bien todo el cuerpo hacia arriba, bajar el torso y la cabeza hacia adelante relajadamente, desde allí subir el torno dejando la espalda como una mesa paralela al suelo, y desde allí llevar pierna derecha primero y luego pierna izquierda hacia atrás. Nuestro cuerpo debe quedar en una línea diagonal (en plancha) con el piso, siendo los puntos de apoyo los dos pies y las dos manos, ubicadas debajo de nuestros hombros. Permanezcamos unos minutos en esta postura para fortalecer nuestros brazos.
- desde allí, bajaremos el torso al suelo e iremos a la posición de cobra, mantengamos unos minutos, y desde allí ubiquémonos en perro mirando hacia abajo. Mantengamos esta posición unos minutos, nuestro cuello debe estar relajando y los talones deben tocar el piso, para que se estiren adecuadamente los músculos de nuestras piernas.
- luego de unos minutos en esa posición, colocaremos el pie derecho primero y luego el izquierdo junto a nuestras manos, la cabeza y nuestro torso están aún doblados hacia delante de nuestro cuerpo. Lentamente volvemos a la vertical, lo último en volver a la vertical es la cabeza.
- luego de esta secuencia realicemos dos o tres saludos al sol, de manera fluida.
Otras asanas
De nuevo de pie, chequeemos que todo nuestro cuerpo está relajado y realicemos una serie de respiraciones completas manteniendo nuestras manos juntas frente a nuestro pecho en posición de plegaria.
Otras asanas que se recomiendan para esta secuencia de yoga por la mañana son la de guerrero uno y guerrero dos, las cuales deberán hacerse hacia ambos lados y mantenerse durante varios minutos para trabajar el equilibrio, la concentración y la fuerza.
Seguidamente deberán hacerse las posturas de triángulos que nos permitirán estirar completamente nuestro cuerpo hacia los lados.
Finalmente, sentémonos en el suelo. Allí, con las piernas estiradas frente a nosotros hagamos círculos con los pies en ambas direcciones. Luego con las piernas cruzadas delante de nosotros realicemos ejercicios de torsión con el cuerpo hacia ambos lados. Colocando la mano izquierda sobre la rodilla derecha y llevando el brazo derecho con el hombro, el cuerpo, el cuello y la cabeza hacia el lado derecho y hacia atrás lo más que podamos, y permaneciendo en esa posición unos minutos. Volvamos luego al centro y repitamos el ejercicio hacia el otro lado.
Luego nos acostamos boca arriba, y llevamos ambas rodillas sobre nuestro pecho, acercándolas hacia nuestro pecho con las manos. En esa posición nos meceremos de izquierda a derecha, masajeando nuestra espalda.
Al terminar, estiremos las piernas, coloquemos los brazos a lo largo de nuestro cuerpo con las palmas de la manos hacia arriba. Respiremos profundamente y entreguémonos por unos minutos a la relajación. Chequeemos que cada punto de nuestro cuerpo esté completamente relajado.
Una rutina diaria de yoga por la mañana como esta es un regalo que podemos damos cada día. Es un momento para reencontrarnos con nuestro cuerpo y nuestra mente. Sentiremos sus beneficios a lo largo de todo el día.