Tipos de Meditación: conozcamos los más populares
En el mundo agitado en el que vivimos, la práctica de la meditación ha encontrado una enorme acogida ya que brinda una oportunidad de reconectarnos con nosotros mismos.
Cuando meditamos buscamos elevar nuestra conciencia para llegar a la unión de nuestro ser con lo universal, para llegar a un lugar de paz, equilibrio, calma y fluidez de nuestra energía, de nuestra mente, de nuestro cuerpo.
Para ello se han desarrollado diversos tipos de meditación, cada uno con características particulares.
Ocho principales Tipos de Meditación
Meditación de sonido primordial
Es una modalidad que se fundamenta en el uso de mantras. Los mantras son combinaciones de sonidos, sílabas o palabras que se repiten de manera rítmica y continuada durante la meditación, y que cumplen la función de liberar nuestra mente de los pensamientos.
Son sonidos sagrados que los sabios de la antigüedad empleaban en sus prácticas meditativas, y que tienen un gran poder armonizador.
Este tipo de meditación milenario, enraizado en la tradición védica de la India, se ha popularizado mucho gracias a la divulgación que de ella ha hecho Deepak Chopra, médico estadounidense nacido en India, promotor de la medicina alternativa.
Se trata de concentrarse en la respiración, y luego en la repetición de un mantra en nuestra mente, lo que crea una vibración que nos va apartando del ruido de la mente, y nos conduce a la calma y a la conciencia pura.
Meditación vipassana
También se le conoce como meditación del “insight”. Nos lleva a la atención plena, a ver las cosas cómo realmente son. Es una práctica de meditación budista tradicional, que se ha relanzado en la actualidad gracias a la práctica conocida como “mindfulness”.
Se trata de concentrarnos en el aquí y el ahora, poniendo toda la atención al momento presente, a lo que estamos haciendo en el ahora. Es una meditación práctica.
El primer paso es hacernos conscientes de nuestra respiración, del aire que entra por la nariz, y cuando venga a nuestra mente algún pensamiento debemos identificarlo, y dejarlo ir, sin juzgarlos ni participar.
Meditación zazenignifica “meditación sentada”, en japonés.
En esta modalidad nos centraremos también en la respiración, pero esta debe ir al abdomen. Se practica sentados, con la espalda recta, las manos sobre el vientre y con los ojos abiertos, con una mirada baja. El mentón debe estar recogido hacia el cuello.
Se recomienda contar las inspiraciones y las expiraciones, y alcanzar un número de diez. Se pretende llegar a crear una sensación de vacío con este tipo de meditación, que se recomienda para personas que ya tengan experiencia con otras prácticas meditativas.
Meditación kundalini
Es una modalidad cuyo objetivo principal es despertar la energía kundalini, que es la energía vital que está dentro de nosotros, y surge de la parte baja de nuestra columna vertebral.
Cuando esta energía se despierta sube a través del sushumna, que es el canal energético principal de nuestro cuerpo y que corre a lo largo de nuestra columna vertebral, y se distribuye por todo nuestro cuerpo pasando por los siete chakras principales.
La meditación kundalini contempla el uso de técnicas de respiración, de mantras, cánticos y mudras, que son posturas de las manos. Se requiere mucha práctica para trabajar adecuadamente esta modalidad, que resulta muy gratificante, porque despierta y energiza nuestra mente y nuestro cuerpo.
Meditación trascendental
Se trata de una práctica de meditación diaria que se basa en el uso de mantras, que establece unas pautas específicas, y promueve un bienestar global del cuerpo y de la mente.
Fue creada por Maharishi Mahesh Yogi, gurú hindú (1918-2008), a mediados de los 50, y generó un importante movimiento de seguidores en el mundo entero, entre quienes se encontraron algunas celebridades.
Esta disciplina establece que se debe meditar dos veces al día, y cada sesión debe durar 20 minutos. Se lleva cabo sentados, preferiblemente en posición de loto o similar, y con los ojos cerrados. Se considera un método de relajación, reducción del estrés y auto-desarrollo, sin ninguna connotación religiosa
Durante su práctica, nos entregaremos primero al silencio y luego empezaremos a repetir mentalmente un mantra. Quienes se dediquen a hacer meditación trascendental de manera estricta, recibirán el mantra que deben utilizar en sus sesiones de un instructor formado en la organización de meditación trascendental.
Pero también podemos ejercitar este tipo de meditación de una manera más libre y personal, y podemos elegir nosotros el mantra que usaremos en nuestras prácticas.
Meditación chakra
Es un tipo de meditación que nos ayuda a conectar el cuerpo físico y el emocional. En esta modalidad las manos se colocan en lugares específicos, que tienen que ver con la ubicación de los chakras en nuestro cuerpo físico, y se utiliza el sonido y técnicas de visualización para conectar con los siete principales centros energéticos de nuestro cuerpo.
Concentrándonos en un chakra en específico durante nuestra meditación, se promueve la conexión entre nuestro cuerpo físico y emocional, en particular en las áreas que se relacionan con ese centro de energía.
Meditación tonglen
Es muy popular en el budismo tibetano, y se orienta a que la persona se conecte con su propio sufrimiento y se despierte la compasión.
Este tipo de meditación, que también se conoce como de “dar y recibir”, nos ensena a manejar situaciones difíciles que se nos presenten en la vida, desarrollando una actitud de apertura hacia el sufrimiento, y de estímulo a la compasión y la empatía, a través de la respiración y la visualización. Se puede practicar en cualquier posición que nos resulte cómoda.
Meditación metta o del amor benevolente
Originada también en el budismo tibetano, esta práctica se centra en el sentimiento de amor incondicional y de amistad. Se considera que esta forma de meditación amorosa y bondadosa impulsa la empatía, la compasión y la aceptación hacia nosotros mismos y hacia los demás.
En la práctica, se inicia la meditación dirigiendo la compasión hacia nosotros mismos, y luego la iremos extendiendo hacia otras personas, primero hacia un ser querido en particular, luego hacia una persona que nos resulte neutra, posteriormente hacia alguien que nos resulte hostil y finalmente hacia el universo.
Esto lo haremos a través de afirmaciones que elaboraremos de manera personal, para expresar nuestro sentimiento de compasión, aceptación y amor.
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