Growth Mindset

Growth mindset: ¿Qué significa tener una mentalidad de crecimiento?

Como seres humanos, nuestras mentes monitorean constantemente los eventos que ocurren en nuestras vidas e interpretan el significado de las cosas que están sucediendo. Nuestra mentalidad es lo que determina cómo realizamos el rastreo de esas situaciones y cómo reaccionamos a lo que sucede.

Cuando se trata de aprender, normalmente hay dos ideas principales que se promueven: Las personas tienen una “mentalidad de crecimiento” o una “mentalidad fija”. Estas ideas se basan en los descubrimientos de la investigación de la renombrada psicóloga de la Universidad de Stanford, Carol Dweck, quién ha pasado décadas buscando conquistas y éxito en el sistema educativo.

Pero ¿Qué es exactamente una mentalidad de crecimiento, y qué significa para los individuos dentro de las empresas u otras organizaciones tener una?

¿Qué es una mentalidad de crecimiento?

La investigación de Dweck estudia el crecimiento y la mentalidad fija entre los individuos dentro de varias organizaciones, con el objetivo de descubrir cómo usar sus atributos para cerrar las lagunas de desempeño.

En suma, las personas con mentalidad de crecimiento están constantemente tratando de aprender y crecer para mejorarse a sí mismas. Son individuos a los que les gustan los desafíos y creen que su inteligencia, talentos y habilidades básicas pueden ser aumentados o mejorados por medio de trabajo arduo y esfuerzo dedicado.

En un artículo que Dweck escribió para la Harvard Business Review, describe a personas con una mentalidad de crecimiento como:

“Las personas que creen que sus talentos pueden ser desarrollados (a través de trabajo duro, buenas estrategias y contribuciones de otras personas) tienen una mentalidad de crecimiento. Ellos tienden a alcanzar más que aquellos con una mentalidad más fija (aquellos que creen que sus talentos son regalos innatos).

Promoviendo el concepto de “todavía”

En su conferencia TED, que fue vista por más de siete millones de personas hasta hoy, Dweck habla sobre el poder del “todavía”. Este concepto promueve la idea de que todos están en una curva de aprendizaje individual y que pueden mejorar y desarrollarse continuamente para alcanzar las cosas en el futuro, que todavía no pueden realizar.

En lugar de pensar que no eres bueno en algo – no eres un buen vendedor, no eres bueno en organizar presupuestos, o no eres bueno en el manejo de nuevas tecnologías – Dweck exhorta a la gente a añadir “todavía” al final de la declaración. No eres un buen vendedor, todavía. O no eres bueno en aprender nuevas tecnologías, todavía.

El aprendizaje es un proceso continuo, y lo que alguien no es bueno ahora puede ser algo en lo que será bueno dentro de unos meses.

Este concepto también se relaciona de cierta forma con la mentalidad de los jugadores, promovida por la experta en Big Think, autora y diseñadora de videojuegos Jane McGonigal. El “modo de pensar del jugador” se relaciona totalmente con enfrentar desafíos y aprender maneras de llegar a ser mejor y llegar a ser mejor en realizar esas tareas.

Al involucrarse en juegos, la gente no solo está tratando de mejorar sus conocimientos y habilidades, también están tratando de ayudar a otros a su alrededor (compañeros de equipo) a hacerlo también. Entonces, no solo están comprometidos en su propio crecimiento, sino que también están animando a otros a crecer.

Hay varios atributos que prevalecen en jugadores que son consistentes con una mentalidad de crecimiento, incluyendo:

  • Capacidad de resistencia;
  • Ambición Épica;
  • Optimismo;
  • Creatividad;
  • Perseverancia;
  • Determinación y esfuerzo
  • Colaboración.

Todas estas habilidades y atributos son beneficiosos no solo para nuestro crecimiento individual, sino también para nuestro crecimiento como parte de una comunidad. En un vídeo de Big Think, McGonigal dice:

“El mensaje necesita ser eso, es entrenamiento para la vida real. Sabes que los juegos son escapistas porque escapamos a la realidad cuando los jugamos, pero ellos no son solo modos de escape. También nos permiten a retornar. Volvemos a nuestra vida real con formas reales de pensar sobre lo que somos capaces, maneras reales de resolver problemas de forma más creativa”.

Aplicando una mentalidad de crecimiento para empresas y organizaciones

La idea de tener una mentalidad de crecimiento frente a una mentalidad fija es que las personas con una mentalidad de crecimiento están más dispuestas a comprometerse y enfrentarse a los desafíos que tienen en frente en lugar de huir o buscar formas de rodearlos.

Porque los individuos con mentalidad de crecimiento abrazan los desafíos y quieren aprender de ellos, son más capaces de adaptarse y de abordar varias situaciones en el futuro.

En el ambiente de negocios, las organizaciones que demuestran una mentalidad de crecimiento, enfatizan las visiones positivas de sus empleados y generalmente tienen “empleados más felices y una cultura más innovadora y con mayor riesgo”.

Si las personas están más dispuestas a salir de sus zonas de confort, son capaces de aprender y crecer con estos desafíos y pueden ayudar a aumentar la innovación, la eficiencia y la productividad, creando nuevos procesos y enfoques.

Definiendo metas para el aprendizaje frente al rendimiento

Con una mentalidad de crecimiento, el significado de esfuerzo y dificultad se transforma. Para las personas con una mentalidad fija, los desafíos son obstáculos que resultan en personas que se sienten poco inteligentes, ineficaces o incapaces. Considerando que, para las personas con una mentalidad de crecimiento, estos obstáculos son oportunidades para alcanzar nuevas alturas de realización.

Esto les permite aprovechar y expandir sus niveles de creatividad e innovación en lugar de alejarse de los desafíos y pensar que no tienen las habilidades o el conocimiento necesarios para lidiar con ellos.

En ambientes de trabajo, muchos líderes empresariales elevan la importancia de establecer metas de desempeño en lugar de establecer metas para el aprendizaje. Sin embargo, establecer metas de aprendizaje es importante porque nos ayudan a experimentar, aprender y crecer, en lugar de simplemente centrarse en mostrar a los demás lo que somos capaces de hacer.

Esto enfatiza la necesidad de abordar el aprendizaje con una mentalidad abierta y estar dispuesto a asumir riesgos. De acuerdo con Herminia Ibarra, autora y profesora de comportamiento organizacional y liderazgo del INSEAD en un artículo para la Harvard Business Review (HBR):

“Carol Dweck mostró que la preocupación sobre cómo vamos a aparecer para los otros inhibe el aprendizaje en tareas nuevas o desconocidas. Las metas de desempeño nos motivan a mostrar a los demás que poseemos atributos valiosos, como inteligencia y habilidad social, y probarnos a nosotros mismos que los tenemos. En contraste, los objetivos de aprendizaje nos motivan a desarrollar atributos valiosos”.

En lugar de centrarnos en cómo los demás nos pueden percibir, poner el foco en la manera de mejorarnos a nosotros mismos mediante el aprendizaje, puede beneficiar a las organizaciones para las que trabajamos, de manera en que los objetivos de rendimiento, simplemente, no pueden hacerlo.

¿Cómo estás alcanzando tus desafíos en tu trabajo?

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