La gratitud como hábito de vida nos hace sentir bien
La gratitud es un sentimiento positivo que se origina cuando somos capaces de valorar y agradecer todo aquello con lo que contamos en nuestras vidas. Debemos agradecer las cosas más sencillas, los asuntos materiales, espirituales, afectivos y todas las oportunidades que nos ofrece nuestra existencia.
Muchas veces damos por sentado que hay cosas que tenemos o debemos tener casi de forma obligatoria. Pero si reflexionamos un poco nos damos cuenta de que somos muy afortunados de vivir de la manera como lo hacemos. Nos daremos cuenta de que contamos con cosas que no todas las personas tienen, como un hogar, comida, ropa. Así que es una buena práctica valorar lo que tenemos y expresar nuestro agradecimiento a los demás, y al universo por todo lo que nos ofrece.
La gratitud nos hace sentir bien, porque es un sentimiento positivo que nos embarga y esto repercute en nuestro bienestar físico y emocional. Hay muchas formas de expresar la gratitud. Una es con palabras, y otra es disfrutando y compartiendo aquello que tenemos con las personas que nos rodean.
Importancia de la gratitud
Cuando nos embargan sentimientos positivos como la gratitud:
-damos espacio en nuestros pensamientos a apreciaciones positivas, que nos hacen sentir alegres, tranquilos y en paz, y nos alejamos de pensamientos negativos e inquietantes
-nos sentimos creativos y capaces de ver más posibilidades ante cualquier circunstancia. Un pensamiento y sentimiento positivo nos lleva a otro positivo, se crea un círculo virtuoso.
-nos relacionamos mejor con los demás, ya que somos capaces de expresar reconocimiento y agradecimiento, y esos sentimientos hacen que tanto nosotros como los demás estemos más abiertos y establezcamos una comunicación más asertiva
-vivimos el presente y nos sentimos menos ansiosos, ya que reconocemos el valor del presente y sus posibilidades
-reforzamos la generosidad en nosotros mismos y en los demás
El hábito de la gratitud
Podemos aprender a ejercer la gratitud y a hacer de ella un hábito. Se trata de buscar siempre activamente los aspectos positivos de las situaciones y de lo que tenemos, en lugar de poner atención en aquello que nos falta o enfatizar las debilidades de una situación o de algo que poseemos.
Centrarnos en lo positivo, nos hace apreciar lo que sí tenemos y esto, además de hacernos sentir bien, potencia en nosotros actitudes positivas que nos impulsan siempre al logro y a la plenitud. Una manera que se recomienda para ejercitar la gratitud y hacer que se convierta en un hábito es llevar un diario en el que escribamos las cosas que agradecemos cada día.
Podemos expresar un agradecimiento genérico, pero se recomienda expresar la gratitud por cosas muy específicas, por ejemplo, agradecer que tenemos buena vista, lo que nos permite apreciar la naturaleza, poder leer un buen libro y ver a nuestros hijos. El ejercicio de agradecer diariamente y hacerlo por cosas detalladas, va entrenando y animando nuestra mente a observar cosas sencillas que dábamos por sentadas y a ser agradecidos por ellas. Esto nos causa un sentimiento de bienestar y plenitud.
Yoga y gratitud
En sus Yoga Sutras, texto sobre la teoría y la práctica del yoga, el erudito Patanjali nos explica qué son los niyamas, que son conductas virtuosas que todo yogui debe seguir para consigo mismo, para continuar avanzando en el camino del yoga. El yoga empieza por la actitud, por la forma como vivimos nuestra vida.
Estos hábitos personales, los niyamas, son cinco: saucha, que es pureza del cuerpo y de la mente; tapas, que es disciplina; svadhyaya, que es introspección; santosha, que es felicidad, e Ishvara pranidhana, que es devoción y agradecimiento. Como vemos, los dos últimos tienen mucho que ver con la gratitud. Practicarlos es una manera natural de incorporar este sentimiento en nuestras vidas.
Felicidad y agradecimiento
En nuestra práctica del yoga tenemos la oportunidad de aplicar los niyamas y de esta manera internalizarlos y extenderlos hacia todos los aspectos de nuestro día a día. Veamos específicamente cómo practicar santosha e ishvara pranidhana.
-Santosha, es felicidad o contentamiento. Tiene que ver con encontrar la felicidad en el momento presente, en las cosas sencillas de la vida, en ser felices aquí y ahora con lo que tenemos. Este niyama se relaciona directamente con la satisfacción, y nos conduce a lograr la paz interna, sintiéndonos plenos con el estilo de vida que llevamos. Practiquemos dejando ir el pasado, concentrándonos en el presente y en sentir que tenemos con nosotros todo lo que necesitamos para ser felices.
Al sentirnos contentos de manera auténtica y profunda, y satisfechos con el progreso que vamos observando en nuestra práctica del yoga, estamos llevando a cabo santosha, felicidad. Este aprendizaje lo llevaremos luego a los demás aspectos de nuestra vida. Celebraremos y agradeceremos cada uno de los progresos que hacemos a diario en nuestras actividades.
-Ishvara pranidhana, es devoción y agradecimiento, hacia dios, hacia el universo. Este concepto encierra la idea de que no estamos solos, de que existe algo que es más grande que nosotros, y que es de donde viene la vida. Ishvara pranidhana nos orienta a que debemos poner todas nuestras acciones a los pies de dios. Debemos agradecer y tener confianza en el camino. Eso nos hará estar en sintonía con lo divino.
Mostraremos ishvara pranidhana, devoción y agradecimiento, en nuestra práctica de yoga agradeciendo el poder dedicar el tiempo que hemos ofrecido a nuestro trabajo. Expresaremos gratitud por las posibilidades de movimiento que tiene nuestro cuerpo, agradeciendo y saludando respetuosamente a nuestro maestro y mostrando devoción por la divino y universal.
Practiquemos santosha e ishvara pranidhana y estaremos ejercitando la gratitud, convirtiéndola en un hábito y recibiendo todos sus beneficios en nuestro ser.