La meditación vipassana nos conduce a una vida sin engaño
La meditación vipassana nos lleva a ver las cosas tal cual como son. Es una de las técnicas de meditación más antiguas de la India. Fue redescubierta hace más de 2.500 años por Gautama, el Buda, quien la divulgaba y enseñaba como el arte de vivir, ya que consideraba que era un remedio universal para todos los males.
Se basa en la purificación y transformación personal a través de la auto-observación. Para ello se encarga de reforzar la conexión entre mente y cuerpo, centrando la concentración y la atención en nuestro propio ser.
¿Cómo se aprende la meditación vipassana?
La práctica de esta modalidad de meditación requiere de una preparación especial que se ofrece en centros especializados para ello. Estas sesiones de adiestramiento de meditación vipassana no se ofrecen de manera comercial, se dan en centros que se encuentran en diversos lugares del mundo, los cuales son apoyados por donaciones hechas generalmente por personas que se han iniciado en esta práctica y han llegado a recibir los beneficios de la misma, y desean que cada vez más personas puedan incorporar esta disciplina a sus vidas.
Los participantes de cursos de esta disciplina deben realizar un retiro de 10 días, en los seguirán estrictamente un código de disciplina establecido, se familiarizan con los fundamentos del método y se ejercitarán en este tipo de meditación, de manera de poder empezar a sentir sus resultados beneficiosos.
El entrenamiento requiere entrega y fuerte trabajo. Está constituido por tres pasos. El primero consiste en abstenerse de ciertas actividades “transgresoras”, tales como mentir, consumir sustancias estimulantes y otras más extremas como robar o matar. Seguir ese código de conducta moral nos permitirá calmar la mente y poder abrirnos al ejercicio y a la actitud de auto- observación. Además, durante el tiempo del retiro no debe leerse, ni escribirse, ni mantenerse comunicación con nadie, de tal manera que cada persona pueda estar centrada en sí misma.
El siguiente paso consiste en ejercitar y desarrollar dominio sobre nuestra mente. Esto lo haremos aprendiendo a mantener la atención en la realidad, enfocándonos en observar el cambiante flujo de nuestra respiración. Observaremos todas las sensaciones de nuestro cuerpo, tratando de entender su naturaleza y aprendiendo a no reaccionar ante ellas.
Y el tercer paso es practicar la meditación del amor benevolente o de buena voluntad, que nos permitirá proyectar hacia los demás la pureza que hemos venido trabajando interiormente en nosotros.
¿Cómo se practica?
Para practicar la meditación vipassana, una vez que hayamos comprendido su esencia y nos vayamos dedicando a la auto-observación, la recomendación es sentarse en el piso, con las piernas cruzadas y la espalada recta. No es imprescindible cerrar los ojos, pero se recomienda hacerlo, si esto facilita la concentración.
Allí iniciaremos la búsqueda de un estado de calma, lo que lograremos a través de nuestra respiración. Nos centraremos en observar como inhalamos y exhalamos, sin detenernos en otros elementos que puedan distraernos. Sin forzar la respiración, nos dedicaremos a observar cómo se produce. Ese proceso se llama “apana”, y su función es agudizar la conciencia y calmar nuestra mente.
Luego de esa fase, empezaremos a recorrer nuestro cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, percibiendo todas las sensaciones que tengamos en todo nuestro cuerpo. Iremos notando las percepciones, sensaciones, pensamientos y emociones que nos rodeen, pero sin analizarlos, solo observando cómo surgen y pasan. Ese proceso, es lo que se conoce como meditación vipassana, propiamente dicha.
Se trata de ser testigos de lo que pasa en nuestro cuerpo, sin interferir ni participar en ello. Si llegamos a sentir que algo nos desconcentra de ese estado de observación de nuestro ser, siempre debemos volver a poner la atención a nuestra respiración, y esto nos traerá de vuelta adonde debemos estar.
Luego de que hagamos el recorrido por nuestro cuerpo, nos dedicaremos a observar nuestra mente, y esta vez seremos testigos de lo que pasa en ella. Observaremos nuestros pensamientos y emociones, sin juzgarlos. Luego haremos el ejercicio de concentrarnos en lo que nos rodea, sintiendo los diferentes factores que están a nuestro alrededor, la temperatura, la luz, el silencio, los olores, la brisa.
Se recomienda que, luego de hacer todo este recorrido, nos dediquemos también unos minutos a la modalidad de meditación metta o del amor benevolente, en la cual trabajamos y cultivamos primero el amor y la aceptación hacia nosotros mismos, para luego poder extender ese sentimiento hacia los demás.
Beneficios de la meditación vipassana
Entre los beneficios de la meditación vipassana se cuentan:
-potencia la capacidad de observación
-otorga una sensación de paz mental y relajación
-ayuda a observar las situaciones con más calma, por lo que contribuye al manejo de la ansiedad
-mejora el estado de animo
-regula la importancia que le damos a nuestros pensamientos, ayudándonos a identificarnos con ellos y a darles un tono menos exagerado
-ayuda a disminuir el ritmo cardíaco, la presión arterial y a tener mayor control de nuestras vías respiratorias
-reduce la importancia que le damos al dolor tanto físico como mental
-nos ayuda a comprender y aceptar nuestras emociones negativas
En resumen esta interesante modalidad de meditación contribuye enormemente a que nos conozcamos mejor a nosotros mismos.
Como en todas los tipos de meditación, debemos ser constante en la práctica para empezar a percibir los beneficios de esta técnica que se practica hace unos tres mil años, y que también ha servido de base a corrientes de comportamiento que se han popularizado en los últimos años, como la denominada mindfulness, que se basa también en la atención consciente a nuestro cuerpo y al momento presente, evitando cualquier actuación en “automático”.
Como en todas las técnicas de meditación, la conocida como vipassana nos lleva a concentrarnos en el aquí y el ahora, pero con el foco en la auto-observación, lo que nos conduce percibir las cosas como son, a vivir una vida sin engaños.
25/08/2021 a las 20:02
Gracias por oportunidad