Beneficios de la Meditación: aprenda los 5 principales
Meditar es una de las actividades de relajación que más beneficios trae consigo y que, además, no se necesita de absolutamente nada más que uno mismo para llevarla a cabo.
Puede practicarse en cualquier momento del día, y con tan solo unos minutos diarios de dedicación ya podrás apreciar resultados.
Es una actividad milenaria que existe desde incluso antes de la Antigüedad y se puede ver en diversas culturas, lo cual no es raro; en las culturas más primitivas, el ser humano siempre intentaba prácticas que lo llevaran a alcanzar lo espiritual, para conectar con las divinidades.
Hoy, si bien mucha gente aún sigue meditando con esa finalidad, algunos simplemente lo hacen debido a los beneficios mentales y físicos probados por diversos estudios que trae consigo.
Algunos de estos son los siguientes:
- Ayuda a estabilizar la mente y las emociones
- Mantiene la mente joven
- Nos permite autoconocernos mejor
- Ayuda a perder el miedo
- Mayor salud física
Abajo puedes leer más sobre los beneficios:
Ayuda a estabilizar la mente y las emociones
La respiración consciente y el despejar la mente por unos minutos ponen un freno necesario a nuestro día agitado, ayudando así a reducir niveles de estrés y ansiedad generados por la rutina.
Es importante realizar esta pausa, ya que una exposición constante a estos estados de alteración nerviosa pueden desencadenar diversos problemas de salud física o mental, como depresión por ejemplo.
La meditación también contribuye en el proceso de sanar o sobrellevar estas enfermedades una vez que ya están diagnosticadas.
Mantiene la mente joven
El cerebro es uno de los órganos más importantes ya que comanda el cuerpo, por ello, mantenerlo en actividad y a la vez otorgarle descanso es primordial para evitar su envejecimiento prematuro, favorecer la regeneración de sus células y retrasar la llegada del alzheimer.
El meditar promueve la práctica de la concentración prolongada, pero no malgastada en pensamientos negativos o poco relevantes, dejando nuestra mente despejada y limpia.
A su vez, esta claridad en el pensamiento permite una mejora de la memoria y adquisición de agilidad mental.
Nos permite autoconocernos mejor
Al meditar nos sumergimos en nosotros mismos. Indagamos en nuestra mente, llegando a una mejor compresión sobre quiénes somos y cómo nos relacionamos con el mundo exterior.
La meditación permite, además, discernir los pensamientos negativos de los positivos, pudiendo así trabajar sobre aquellos que son autodestructivos y nos enferman. Se podría decir, entonces, que favorece el desarrollo de la inteligencia emocional.
A nivel físico también nos autoconocemos mejor; comenzamos a notar cosas que siempre estuvieron ahí, pero no les prestábamos atención ya que nunca antes nos habíamos detenido a observarlas. Entonces, empezamos a obtener cierta consciencia sobre nuestro cuerpo, mejorando así nuestro esquema corporal.
Ayuda a perder el miedo
A medida que nos perfeccionamos en la meditación, se logra reducir el tamaño de la amígdala, una parte de nuestro cerebro que tiene papel crucial en producir la reacción del miedo en los seres humanos y animales.
El miedo es importante, pues es lo que ayuda en la supervivencia de una especie, pero el problema aparece cuando sentimos un miedo constante cuando en realidad no existe ninguna amenaza real.
Este síntoma lo podemos observar en personas que sufren de ansiedad, y meditar seguido ayuda a calmarlo.
Mayor salud física
Muchos problemas de salud físicos comienzan por problemas emocionales que se ignoraron o no se atendieron a tiempo.
Cuando estamos relajados y en paz, nuestro organismo se siente bien y funciona correctamente.
Por ello, la meditación asiste a una salud física también, pues ayuda a reducir la presión sanguínea y a bajar niveles de cortisol en sangre (hormona liberada por el estrés).
Esto significa menores riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares, además de evitar otros problemas causados por el estrés como trastornos digestivos (como síndrome de colon irritable, nervios estomacales, gastritis), de sueño (insomnio o hipersomnio), migrañas, etc.
Debemos recordar que es importante ser constantes en esta práctica para lograr mejorar y cada vez obtener más beneficios. Se puede comenzar con unos cinco o diez minutos al día, hasta ir mejorando y aumentando cada vez más la concentración.
Lo mejor de todo es que puede ser una actividad complementaria para cualquier tratamiento y cualquier persona puede hacerla, desde niños hasta personas mayores, porque, como dijimos al comienzo, no se necesita de nada salvo de uno mismo para comenzar.
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