Ansiedad generalizada: Cómo tratar con los síntomas y las causas de este mal
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza por ansiedad excesiva y exagerada y preocupación por los acontecimientos de la vida cotidiana sin razones obvias para la preocupación.
Las personas con síntomas de trastorno de ansiedad generalizada tienden a esperar siempre un desastre y no pueden dejar de preocuparse por la salud, el dinero, la familia, el trabajo o la escuela.
En las personas con TAG, la preocupación es a menudo poco realista o fuera de proporción para la situación. La vida cotidiana se convierte en un estado constante de preocupación, miedo y pavor. Eventualmente, la ansiedad domina tanto el pensamiento de la persona que interfiere en el funcionamiento diario, incluyendo trabajo, escuela, actividades sociales y relaciones.
A continuación, vamos a describir un poco sobre los principales síntomas de este mal:
Síntomas
Los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada pueden variar.
- Preocupación o ansiedad persistentes sobre una serie de áreas que son desproporcionadas al impacto de los eventos.
- Pensar en planes y soluciones para todos los posibles resultados en el peor de los casos.
- Percibir situaciones y eventos como amenazadores, incluso cuando no lo son.
- Dificultad para lidiar con la incertidumbre.
- Indecisión y miedo a tomar la decisión equivocada.
- Incapacidad de anular o dejar ir una preocupación.
- Incapacidad de relajarse, sentir inquietud y nervios.
- Dificultad en concentrarse o la sensación de que la mente se queda en blanco.
Los signos y síntomas físicos pueden incluir:
- Fatiga.
- Dificultad para dormir.
- Tensión muscular o dolores musculares.
- Temblores, al sentir nervios.
- Nervosismo o ser fácilmente asustado.
- Transpiración.
- Náuseas, diarrea o síndrome del intestino irritable.
- Irritabilidad
Para cualquier persona, pueden haber momentos en que sus preocupaciones no la consuman completamente pero se sienten con ansiedad incluso cuando no hay razón aparente. Por ejemplo, puedes sentir una intensa preocupación por tu seguridad o la de tus seres queridos, o puedes tener una impresión general de que algo malo está por suceder.
Tu ansiedad y preocupaciones pueden causar sufrimiento significativo en aspectos sociales, de trabajo u otras áreas de su vida o manifestarse a través de síntomas físicos. Esas preocupaciones pueden cambiar de una situación a otra y pueden variar con el tiempo y la edad.
Síntomas de la TAG en niños y adolescentes
Los niños y adolescentes pueden tener preocupaciones similares a los adultos, pero también pueden tener preocupaciones excesivas sobre:
- Rendimiento en la escuela o eventos deportivos.
- Seguridad de los miembros de la familia.
- Llegar a tiempo (puntualidad).
- Terremotos, guerra nuclear u otros acontecimientos catastróficos.
Un niño o adolescente con una preocupación excesiva puede:
- Sentirse demasiado ansioso por encajar en un grupo.
- Ser perfeccionista.
- Rehacer tareas porque no son perfectas la primera vez.
- Gastar tiempo excesivo estudiando las lecciones en casa.
- Sentir falta de confianza.
- Esforzarse por la aprobación.
- Exigir mucha seguridad sobre el rendimiento.
- Dolores de estómago frecuentes u otras quejas físicas.
- Evitar ir a la escuela o evitar situaciones sociales.
Cuando ver a un médico
Una cierta ansiedad es normal pero consulte a su médico si:
- Sientes que te estás preocupando demasiado y eso está interfiriendo en tu trabajo, relaciones u otras partes de tu vida.
- Siente depresión o irritabilidad, tienes problemas con la bebida o las drogas o tienes otro tipo de preocupaciones con la salud mental y la ansiedad.
- Tienes pensamientos o comportamientos suicidas – busca ayuda inmediatamente.
Es improbable que las preocupaciones desaparezcan por sí solas, incluso, pueden empeorar a lo largo del tiempo. Si crees que estás teniendo cuadros de ansiedad, puede que sea el momento de buscar ayuda profesional antes de que esa ansiedad se vuelva grave – puede ser más fácil tratar al principio.
Causas de la TAG
Al igual que con muchas condiciones de salud mental, la causa del trastorno de ansiedad generalizada probablemente surge de una compleja interacción de factores biológicos y ambientales, que pueden incluir:
- Diferencias químicas y en la función cerebral
- Genética
- Diferencias en la forma en que se perciben las amenazas
- Desarrollo y personalidad
Factores de riesgo de la TAG
Las mujeres son diagnosticadas con trastorno de ansiedad generalizada un poco más a menudo que los hombres. Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastorno de ansiedad generalizada:
- Personalidad. Una persona cuyo temperamento es tímido o negativo o que evita cualquier cosa peligrosa puede ser más propenso al trastorno de ansiedad generalizada que otras.
- La genética. El trastorno de ansiedad generalizada puede ser observado en otros miembros de la familia.
- Experiencias. Las personas con trastorno de ansiedad generalizada pueden tener antecedentes de cambios significativos en la vida, experiencias traumáticas o negativas durante la infancia o un evento traumático o negativo reciente. Las enfermedades médicas crónicas o otros trastornos mentales pueden aumentar el riesgo.
Prevención
No hay cómo predecir con certeza lo que hará que alguien desarrolle un trastorno de ansiedad generalizada pero se pueden tomar medidas para reducir el impacto de los síntomas de la ansiedad:
- Ayuda temprana. La ansiedad, como muchas otras condiciones de salud mental, puede ser más difícil de tratar si se espera demasiado tiempo.
- Tener un diario. Mantener el control de la vida personal puede ayudar a la persona con ansiedad y a su terapeuta (o cualquier otro profesional del área de salud mental) a identificar lo que está causando estrés y lo pueda ayudarle a sentirse mejor.
- Priorización de los problemas. Se puede reducir la ansiedad administrando cuidadosamente el tiempo y energía que se le dedica a cada actividad.
- Evitar el uso de sustancias poco saludables. El uso de alcohol y drogas, e incluso, el uso de nicotina o cafeína pueden causar o empeorar la ansiedad. Si una persona tiene adicción a alguna de estas sustancias, puede que deba buscar la manera de dejarlas. En general, se recomienda consultar a un médico o buscar un programa de tratamiento o grupo de apoyo.
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