Alínea tu chakra sacro con yoga
Cuando sentimos que no podemos disfrutar la vida plenamente, sentimos como culpa o vergüenza si lo hacemos, y tenemos la sensación de que no logramos materializar lo que queremos en nuestra vida, puede estar ocurriendo que nuestro chakra sacro esté bloqueado. Alínea tu chakra sacro con yoga y sentiremos que nuestra vida fluye con mayor energía creativa y alegría
Nuestra energía creadora reside en el chakra sacro. De allí parte la energía que nos impulsa a crear nuestra realidad y a disfrutar todo aquello que nos resulta satisfactorio y placentero en la vida.
El chakra sacro o Svadhistana se ubica en la zona pélvica, dos o tres dedos por debajo del ombligo. Abarca los órganos sexuales, la cadera, el área lumbar, los riñones, la vejiga, y los fluidos corporales, como la sangre, la linfa, los jugos digestivos, el esperma. Se asocia con el elemento agua, que es de donde surge la vida.
Equilibremos el chakra sacro
En un sentido amplio, el chakra sacro tiene que ver con el disfrute de la vida y con la capacidad de crear nuestra realidad. Es importante que este centro de energía esté equilibrado. El yoga nos ofrece una serie de herramientas para mantener alineados todos nuestros chakras.
Vamos a conocer algunas prácticas concretas que nos ayudarán ayudará a desbloquear el chakra sacro, a ver la vida de otra manera y a descubrir nuestro poder creador.
Algunos indicadores de que este chakra pueda estar bloqueado son, por una parte que sintamos vergüenza e inhibiciones que nos impidan el pleno disfrute de la sexualidad. Esto puede haberse originado en la pubertad, a lo mejor por falta de información y orientación, y por la otra, contrariamente, que llevemos una vida de exceso en todos los aspectos.
Por el lado de la creatividad, debemos observar si estamos reprimiendo la expresión de ideas, proyectos o actividades en nuestra vida por temor al qué dirán, a si van a gustar o no. Esto es otro indicio de que nuestro chakra sacro no está equilibrado.
Asanas para alinear el chakra sacro
Hay asanas específicos que nos ayudan a equilibrar el chakra sacro. Veamos cuáles son:
Postura de la pinza: empezaremos en posición sentados en el suelo, con las piernas estiradas delante de nosotros, y la espalda recta. Inhalemos y elevemos ambos brazos hacia el cielo, sin subir los hombros.
Estiremos aún más la espalda y al exhalar empecemos a inclinar el tronco hacia las piernas. De ser posible el pecho tocará las rodillas. Nuestro cuerpo se doblará hacia adelante desde las caderas, manteniendo siempre la espalda recta y estirándola para tratar de llegar lo más lejos posible. Lo haremos hasta donde nos sintamos cómodos.
Las manos pueden tocar los pies, si no llegamos las colocaremos sobre las piernas. Relajemos la cabeza, llevemos la barbilla hacia el pecho, de tal forma que la frente descanse también sobre las rodillas. Los dedos de los pies deben estar apuntando hacia el cielo.
Mantengamos esta postura durante varias respiraciones, conservando el cuerpo relajado. Luego subiremos el tronco, siempre con la espalda recta, y los brazos hacia arriba. Bajemos los brazos, desarmando la posición, relajémonos y respiremos profundamente.
Esta postura clásica de flexión hacia adelante nos ayuda a equilibrar nuestro chakra sacro, al igual que las dos que veremos a continuación:
Postura del gran ángulo: iniciamos estando de pie, con los pies separados al ancho de caderas. Hacemos la postura de la montaña, que consiste en que al inhalar levantaremos ambos brazos y los mantendremos estirados con las palmas de las manos hacia adentro. Mantendremos la espalda recta, el mentón levemente recogido hacia el pecho y la mirada hacia el frente.
En esa postura inhalemos, separemos un poco más los pies y llevemos las manos a la cintura. Al exhalar inclinemos el tronco hacia adelante, manteniendo la espalda recta. Al llegar abajo coloquemos las manos sobre el suelo, y de acuerdo a nuestra flexibilidad, si podemos, coloquemos la coronilla sobre el piso. Mantengamos la posición respirando profundamente.
Postura de la pirámide: iniciamos de pie, con los pies separados al ancho de caderas. Colocaremos luego el pie derecho hacia adelante. El pie izquierdo quedará atrás y el peso del cuerpo quedará en el centro entre ambos pies. Abrimos los brazos a los lados a la altura de los hombros, de allí preferiblemente coloquemos las manos con las palmas una frente a la otra a nuestras espaldas en posición de plegaria invertida.
En esa posición, echemos los hombros hacia atrás, abriendo el pecho, y desde allí inclinemos el tronco hacia adelante llevando el pecho lo más cerca que podamos del muslo derecho manteniendo siempre la espalda recta.
Mantengamos la posición al menos por un minuto respirando profundamente. Elevemos el tronco al inhalar, soltemos los brazos, relajemos las piernas, y repitamos todo el ejercicio colocando esta vez el pie izquierdo delante y dejando el pie derecho atrás con el peso del cuerpo en el centro entre ambos pies.
Otras particularidades del chakra sacro
El chakra sacro es el chakra de la propagación del ser, su color el naranja, y se relaciona con la función sensorial del gusto.
El mantra del segundo chakra o Svadhistana es VAM, así que es recomendable usar este sonido en nuestras meditaciones para equilibrar este chakra. Si queremos trabajarlo con aromaterapia, las fragancias recomendadas son Ylan Ylan y sándalo, que estimularán nuestra energía creativa y sexual.
La relación con el elemento agua es muy importante, ya que el mismo se encarga de purificar y depurar el fluir de nuestra existencia.
Sentir que nos conectamos de manera natural con los sentimientos y con la vida demuestra que el chakra sacro está abierto y nos muestra su carácter armónico. Si es así, nos encontraremos abiertos a las relaciones con los demás, en especial con el sexo opuesto. Nos sentiremos envueltos en un movimiento energético y entusiasta para la creación.
El yoga, y en especial las asanas de flexión hacia adelante que hemos descrito, la pinza, el gran ángulo y la pirámide nos ayudarán a alinear nuestro chakra sacro y a sentir que nuestra vida fluye con mayor energía creativa y alegría.