La disciplina: ¿Sabes qué es y cómo desarrollarla?

¿Cuándo no logras tus propósitos te dices a ti mismo que no tienes disciplina? Muchas son las razones por las cuales nos cuesta ser disciplinados. Cuando comenzamos a realizar una acción a diario iniciamos con fuerza, pero al pasar los días nos desinflamos como globos y vamos dejando para después las actividades o situaciones que necesitamos atender. 

Lograr seguir una rutina determinada con disciplina va a depender también de nuestro estado emocional. La pereza, la tristeza o el miedo pueden influir de manera determinante en nuestra capacidad para ser constantes, por esta razón es importante tomar en cuenta que la gestión de nuestras emociones es fundamental para lograr mejores resultados.

¿Qué es la disciplina?

La disciplina es un hábito que nos permite ser constantes, organizados y coordinados en una serie de acciones que, de acuerdo a un método, consideramos adecuado para lograr un objetivo. Exige compromiso y autocontrol, por lo que es considerada “la clave del éxito”. 

Si te han dicho que la disciplina no es para todos, ¡te mintieron! Todos podemos aplicarla en cualquier área de nuestra vida. 

¿Qué podemos hacer para ser disciplinados?

Las personas que son disciplinadas se involucran de manera genuina con sus objetivos y saben cuáles son las razones que les motivan a cumplirlos. 

Antes que nada, es importante que establezcas qué es lo que quieres lograr, analizar con honestidad tu proceso y crear un plan de acción con metas realistas. Para ayudarte a tener una visión clara de lo que esperas lograr y apoyar tu proceso de autocontrol, responde las siguientes preguntas:

–              ¿Sé qué es lo que quiero alcanzar y cuáles son los pasos que debo seguir?

–              ¿Tengo una idea para organizar mi rutina de actividades y por cómo debo comenzar?

–              ¿Cuáles son los hábitos que quiero incorporar a mi rutina y cómo lo haré de forma progresiva?

–              ¿Estoy gestionando mi tiempo de forma adecuada?

–              ¿Mi nuevo hábito es coherente con mis objetivos?

Cuando nos autoevaluamos somos capaces de tomar decisiones positivas en función de nuestros objetivos con mayor rapidez y es más fácil mantener la atención que necesitamos para no desviarnos en el camino y dejar que nuestras emociones elijan por nosotros. 

Sentir ansiedad y estrés ante lo nuevo es normal.

Al comenzar la nueva rutina es probable que seamos víctimas de la ansiedad y el estrés. Queremos cumplir al pie de la letra el paso a paso para lograr nuestros objetivos y nos convertimos en nuestros propios verdugos, siendo inflexibles y juzgándonos de manera estricta. 

¿Cómo podemos evitarlo? Reconociendo que somos humanos, que está permitido ser vulnerables y que tenemos la oportunidad de retomar el control de nuestro proceso, en cualquier momento.  

Si queremos fortalecer nuestro autocontrol y desarrollar autocompasión en el proceso, la meditación es una excelente herramienta que nos permitirá retomar la calma en esos momentos en los que nos sentimos con poca disciplina.  

La quietud de la meditación nos da enfoque y ayuda con la disciplina.

Cuando meditamos podemos apoyar nuestro entrenamiento para ser disciplinados, moldear nuestro carácter, mantenernos enfocados en el presente y desarrolla nuestra inteligencia emocional. 

Con esta herramienta podemos encontrar momentos de calma que nos permiten retomar la perspectiva de nuestro plan y reconocer que tenemos la capacidad de retomar el control cuando sea necesario. 

Está demostrado que la meditación nos permite reconocer nuestras emociones, nos ayuda a elegir cómo reaccionaremos ante ellas, sin dejarnos llevar por impulsos y alimentando la atención que debemos poner en el ahora. 

Otro de los beneficios de la meditación está en facilitar la observación y el reconocimiento de esos factores que nos hacen dejar nuestras tareas y obligaciones para otro día. 

Neutraliza a tus ladrones de tiempo para ser más disciplinado.

Todos, absolutamente todos, en algún momento de nuestras vidas hemos sido víctimas de actividades que nos hacen desaprovechar el tiempo. Estos ladrones de tiempo nos impiden cumplir con nuestras rutinas con disciplina, afectando nuestra productividad y resultados. 

Pasamos horas en el chat de WhatsApp o viendo videos en Tiktok, y la razón por la cual esto sucede está directamente relacionada con nuestra capacidad de autocontrol, que afecta el cumplimiento de las tareas debemos realizar para lograr un objetivo. 

Cuando creamos ese plan de acción que nos llevará a la meta, debemos saber cuáles son esas actividades que pueden ser un elemento distractor y permitirnos disfrutar de ellas en nuestros momentos de descanso, incluso como un premio por mantenernos concentrados en las tareas establecidas. 

¡Ya tienes tu objetivo y trazaste tu línea de acción! Sabes qué es lo que debes hacer y cómo ayudarte a ser constante, ¿qué más puedo hacer para desarrollar mi disciplina?

¿Qué hacer para desarrollar mi disciplina?

Te comentamos algunos datos que, curiosamente, también pueden ayudarnos a mantener la disciplina en nuestras actividades diarias:

–              No te saltes las comidas. La sensación de irritabilidad que te genera el hambre puede causar impacto en tu fuerza de voluntad, tu disciplina y capacidad de concentración al ejecutar una tarea. 

–              Establece metas con distintos grados de dificultad, de esta manera eliminas la sensación de dificultad que pueda estar acompañando la ejecución de las actividades y que pudiera estar generando pesadez en el proceso.

–              Practica el perdón y la autocompasión contigo mismo. Cuando caemos tenemos ante nosotros una gran oportunidad de aprender de los errores y continuar. Retoma el juego y continúa avanzando.

–              El descanso también es parte de la rutina. Durante tu jornada diaria, sea laboral o de estudios, incorpora breves espacios para descansar, distraerte y recuperar la energía. Esto no solo beneficia tu productividad, también te permite ser constante con las tareas establecidas. 

Ahora que sabes qué es lo que puedes hacer para aportarle disciplina a tu vida, ¡da ese primer paso! y cuéntanos cuáles son esas áreas de tu vida en las que aplicarás estos consejos.