¿Qué es un mantra?: el sonido que libera nuestra mente

El mantra es una herramienta de la meditación. La palabra viene del sánscrito “man” que significa “mente”, y “tra” que quiere decir “liberación”. Se trata de una combinación de sonidos, sílabas o palabras que se repiten de manera rítmica y continuada durante la meditación, y que cumplen la función de liberar nuestra mente de los pensamientos.

La primera aparición de esta palabra se encuentra en el Rigveda, que es el texto más antiguo de la India, que data del II milenio A. C., y allí se menciona como un “instrumento del pensamiento, oración, ruego, himno de adoración”.

Algunas de estas expresiones son cantadas y otros se presentan como un verso. Pueden decirse en voz alta, mentalmente o podemos buscar sonidos grabados que reproduzcamos y escuchemos durante nuestra meditación. Esta práctica puede hacerse de manera individual y también en grupo, generalmente se entonan al inicio o al final de una clase de yoga.

Cuando meditamos, además de manejar adecuadamente la respiración, podemos incorporar el uso de mantras. Nuestra mente tendrá entonces en esa palabra, sílaba o sonido un objeto de concentración, que le permitirá liberarse del flujo constante e incontrolado de pensamientos al que estamos expuestos en nuestra vida cotidiana, y que representa una barrera para la meditación en muchas personas.

Los cinco más conocidos

Los mantras tradicionales se concibieron para reforzar nuestra conexión con lo divino y con figuras de la divinidad. Los cinco más populares son:

-“Om” o mantra semilla, se relaciona con la creación del universo, y con el dios Brahma, que es el creador y el primer dios del hinduismo.

-“Om mani padme hum”, es muy empleado por los budistas. Encarna la compasión.

-“Om namah shivaia”, expresión hinduista que es una salutación al dios Shiva. Se asocia con la verdad y el amor.

-“Lokah samastah sukhino bhavantu”, expresa deseos de paz y amor y rechazo al egoísmo y limitaciones personales.

-“Om gam ganapataye namaha”, es una salutación a Ganesha y tiene que ver con eliminar dificultades en nuestras vidas, ya que esa deidad, hijo de Shiva, se considera que es un destructor de los obstáculos y portador de buenas noticias.

Om

Om representa al universo en sí mismo en una sílaba. Es realmente “A-U-M” y cada letra tiene una significación específica. La “A” tiene que ver con la creación del universo, y con el dios creador Brahma. La “U” se relaciona con la preservación del universo, y con el dios Vishnu. La “M” tiene que ver con el dios Shiva, que es el dios de la destrucción y la regeneración del universo. La M hace que el universo se pierda en el silencio. Estos dioses constituyen la trinidad del hinduismo.

Para la filosofía védica la sílaba AUM representa todo el mundo: el pasado, el presente y el futuro, y lo que está más allá, es decir, el silencio, y la relaciona también con los cuatro estados de la conciencia: “A” con la vigilia, “U” con el ensueño, y “M’ con el sueño profundo y el silencio que envuelve el sonido. El sonido compuesto producido por la unión de estas tres letras representa el acto de creación y destrucción del universo. El sonido de las letras A y U es fugaz pero se proyecta, permanece y se apoya en la M, que es el silencio.

Pero no se requiere ser religioso para emplear los mantras que están en sánscrito. La intención de su uso es como dijimos, por una parte, que nuestra mente se concentre en ese sonido, y se libere del flujo ordinario de pensamientos, y que nos lleve a conectar nuestro ser con lo divino, con el universo.

Teniendo claro lo que es un mantra y cuál es su función, podemos crear los nuestros en nuestro idioma. Lo importante es que sintamos la vibración de nuestras palabras, nos concentremos en la intención que les ponemos, y los empleemos como instrumentos para liberar nuestra mente cuando meditamos.

Las vibraciones que producen

La técnica que se emplea para expresar los mantras se llama “Japa”, que quiere decir “repetición”. La tradición hindú consideraba que debían repetirse 108 veces, que según la tradición védica, anterior al hinduismo, es el número que nos alinea con la energía del universo.

Se considera que las vibraciones que producen, y su repetición rítmica y repetida, tienen variados efectos físicos en nuestro cuerpo que conducen a desacelerar el sistema nervioso y calmar la mente.

El sonido es una forma de energía constituida por vibraciones, y ciertas longitudes de onda tienen un efecto sanador, sintonizan nuestro cuerpo, mente y espíritu. Cuando repetimos un mantra, nuestra mente no puede pensar en otra cosa, por lo que nos liberamos de los pensamientos reiterados y a veces negativos que nos asaltan todo el tiempo. Las vibraciones del sonido resuenan en nuestra mente. Las religiones hindú y budista consideran que esas ondas sanadoras penetran en niveles sutiles de nuestra conciencia y tienen incluso el poder de reprogramar nuestro cerebro.

Este tipo de aproximación lo confirma en nuestros días la neurociencia en sus estudios de la plasticidad cerebral. A partir de allí se consideran también y se recomienda trabajar con afirmaciones, que son mensajes repetitivos que diseñamos para cada uno de nosotros de acuerdo a lo que necesitamos. Estos mensajes pueden incorporarse a la meditación, sirven para enfocarnos y nos ayudan a reprogramar nuestra mente. Se repiten en la mente o en voz alta tantas veces lo creamos necesario durante la meditación, y su efecto está en sintonía con el de los mantras.

Dispongámonos a probar y sentir toda la carga de estos conceptos, percepciones y tradiciones, aún sin conceptualizar demasiado, solo practicando y dejándonos llevar por las vibraciones del sonido, por la coordinación de nuestra respiración con los mantras durante nuestras sesiones de meditación, y empezaremos a percibir los beneficios que aportan a nuestro ser integral, equilibrando cuerpo, mente y espíritu.