El yoga y las estaciones
Cómo hacer la práctica de yoga en las diversas estaciones dependerá del gusto cada quien. ¿Es mejor hacerlo al aire libre o en espacios cerrados?
Podemos hacer yoga durante todo el año, buscando simplemente adaptarnos a las condiciones estacionales. Es conveniente siempre hacer yoga con una temperatura media, agradable al cuerpo. Por ejemplo, evitemos hacer yoga al aire libre en días u horas de temperatura extrema, de calor o de frío.
Yoga al aire libre
Si el tiempo lo permite, y si está entre nuestras preferencias, hagamos nuestra práctica al aire libre, en un lugar apartado del bullicio y la contaminación de la ciudad. Esta modalidad trae algunos beneficios adicionales. Nos permite:
- respirar aire puro y oxigenarnos mejor
- disfrutar de los sonidos de la naturaleza lo que aumenta nuestros niveles de calma y concentración
- estar en contacto con la tierra
- trabajar nuestro equilibrio y nuestro core con mayor fuerza al practicar en terrenos naturalmente irregulares
- recibir directamente la energía del sol (aunque debemos considerar hacerlo en las horas más frescas del día) y cargarnos de vitamina D.
La vitamina D favorece la absorción de calcio en nuestro cuerpo, y por ende fortalece los huesos, refuerza nuestro sistema inmunitario y ayuda al mantenimiento de la piel. Es recomendable usar protector solar siempre que hagamos actividades al aire libre.
Yoga en espacios interiores
Si hacemos yoga en espacios interiores, el mismo debe ser un espacio suficientemente amplio, silencioso y bien ventilado. Esta modalidad de práctica tiene también sus ventajas y particularidades:
- Si es en nuestra casa, lugar de trabajo o un lugar cercano a nuestro hogar, el espacio siempre estará accesible para nosotros
- el mal tiempo o la lluvia no nos impedirá realizar nuestra práctica, como tampoco el hecho de que dispongamos de poco tiempo para desplazarnos a otro lugar
- podemos acondicionar el espacio a nuestro gusto teniendo allí los elementos que queramos usar siempre a la mano: bloques, inciensos, música, entre otros.
En las estaciones
En invierno es recomendable realizar nuestra sesión de yoga en espacios interiores, vestir ropa cómoda, en varias capas, de tal manera que nos mantengamos con una temperatura corporal adecuada, y podamos ir quitándonos capas en la medida en que el ejercicio caliente nuestro cuerpo.
Pueden emplearse medias anti resbalantes si hace demasiado frío para descalzarnos. En el momento de la relajación debemos tomar la previsión de abrigarnos, incluso con una manta, para evitar un enfriamiento que pueda causarnos un resfriado.
Desde el punto de vista psicológico, practicar yoga en invierno hace que nos sintamos activos, que no dejemos que el frío nos paralice, y que ejercitemos la disciplina y voluntad.
Yoga en verano
Aprovechemos las oportunidades que nos brinda el verano para hacer yoga al aire libre, en lugares como la playa y la montaña, tomando las previsiones que ya hemos comentado sobre hacer yoga al aire libre: hacerlo a las horas más frescas del día y usar protector solar. Es importante que nos mantengamos hidratados y que usamos prendas de vestir livianas, de colores claros y preferiblemente de algodón.
El calor ofrece ciertas ventajas para la práctica del yoga:
- ayuda a relajar nuestros músculos y a hacernos más flexibles
- nos hace eliminar toxinas del cuerpo a través del sudor
Los 108 saludos al sol
Los equinoccios y solsticios, momentos de los cambios de estaciones, son momentos energéticos importantes. Algunos grupos de yoguis han desarrollado y popularizado prácticas particulares que se efectúan en esos momentos de los cambios de estación.
Realizar 108 saludos al sol es una antigua práctica física y espiritual que se considera conveniente para momentos de cambio, entre estaciones, entre ciclos lunares, y entre etapa de la vida.
Considerando el yoga y las estaciones, se trata de un ritual de limpieza que promueve una renovación de la energía vital. Favorece la eliminación de toxinas en nuestro cuerpo, y de todo lo que no queramos que pase de una estación o ciclo al otro y nos prepara para emprender con energía la nueva etapa.
El número 108 es considerado sagrado en la tradición yogui, y en las religiones hinduista y budista, que consideran que abre el camino hacia lo divino. 1 representa la unidad, 0 el vacío y 8 el infinito, la eternidad.
Los 108 saludos al sol deben hacerse de manera fluida e ininterrumpida, lo que nos llevará también a desconectar y a disfrutar del estado de presencia. Es una práctica exigente para la cual podemos ir preparándonos poco a poco, cada persona de acuerdo a sus posibilidades y condiciones.
En sintonía con la naturaleza
En el momento del cambio de la estación se recomienda también hacer una meditación enfocada a manifestar nuestras intenciones y deseos de todo lo que esperamos que ocurra en los siguientes tres meses.
De acuerdo a nuestro estilo de vida, preferencias y a las condiciones del clima podemos combinar la práctica del yoga al aire libre con la que se hace en espacios interiores a lo largo del año. Tanto en ambientes abiertos como cerrados podemos combinar la práctica individual con la de grupos.
El yoga nos acerca a lo esencial, así que adaptemos su práctica a las condiciones estacionales que nos circundan y sintámonos cada vez más en sintonía con la naturaleza y lo divino.